Créeme que entiendo perfectamente que una de las cosas más escalofriantes es ir al ginecólogo. Lo digo porque sé no es nada bonito que te anden revisando en tus partes íntimas. Pero si bien es bastante incómodo, lo que siempre me motiva a ir, es pensar en el hecho de que preferiría pasar veinte minutos en una revisión para detectar cualquier tipo de anomalía antes que ser víctima de un cáncer cervical.
Y como ambas sabemos, que la prevención juega un papel clave en nuestra salud, seguro te interesa saber que el Operativo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF por su siglas en inglés), ha concluido que las mujeres deberían hacerse el Papanicolaou cada tres años para detectar precozmente el cáncer de cuello uterino y que esta revisión médica, debería aplicarse a todas las mujeres de entre 21 y 65 años.
La otra opción que tienen las féminas a partir de los 30 años, dicen estos especialistas, es someterse a un examen de Papanicolaou cada cinco años, siempre y cuando se combine con un análisis del VPH (Virus de Papiloma Humano) para detectar cualquier lesión precancerosa.
Y sabes ¿por qué es imperativo que no sometamos a este test? Pues porque cada año el número de mujeres que desarrollan cáncer de cuello uterino en Estados Unidos es de 12,000 según datos de Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. ¡Así que como verás, el tema es bastante serio! La buena noticia es que gracias a la prevención, las lesiones pre malignas del cuello de útero se pueden tratar con éxito, si se detectan a tiempo. De ahí que sea fundamental que te realices estos test y estés súper atenta a cualquier anomalía, porque como dice el dicho "es mejor prevenir que lamentar".
Imagen vía DaquellaManera/Flickr