
¿Por qué la manía de que las celebridades deben hacer pública su vida privada apenas ocurran los acontecimientos? La famosa chef Paula Deen, tiene cientos de dedos señalándola, inclusive la han llamado hipócrita, porque esperó tres años para revelar que tiene diabetes.
Sus detractores aseguran que la reina sureña de la mantequilla y el azúcar guardó la información, mientras da ba las puntadas para coser un jugoso contrato con una empresa danesa para promover un medicamento contra la conocidad enfermedad. Si eso es así ¿cuál es el problema?
¿Alguno de sus acusadores habrá calzado sus zapatos?, ¿qué tiene de malo que esta mujer esté buscando lucrarse de su imagen –sin hacerle daño a nadie- y de buscar expandir sus horizontes profesionales y económicos?, ¿alguien ha pensado que su programa después de esta confesión quizás no tenga los mismos niveles de audiencia y tenía que preparase para ello? Quién sabe cuántos de sus seguidores, preferirán cambiar el canal por temor a contraer diabetes si siguen las grasosas y endulcoradas recetas de la sureña.
Husmear y criticar a los demás por lo que hagan o dejen de hacer es siempre muy fácil. ¡Qué cómodo es hablar de lo mal que lo hace el torero y qué difícil entrar al tendido y derrumbar al toro! Comprender lo que motivan las acciones de los otros y tratar de ponerse en sus zapatos requiere madurez. Muchas veces quienes critican todo porque sí, padecen la miopía que da la envidia. Hasta dónde sé, la vida de esta mujer no ha sido coser y cantar. Superar un divorcio traumático y criar dos hijos sola, no es fácil ni aún siendo una estrella de la cocina televisada.
Si decidió esperar tres años para revelar que padecía esta enfermedad cuál es el problema. ¿A quién afectó esta decisión más que a ella y a su familia? Que si los anunciantes, quizán le hubiesen quitado ciertos patrocinios, no sé. Pero, una vez más de haber sido, la situación financier afectada era la suya y punto.
Hace años, mi padre fue diagosticado con una diabetes que rápidamente se complicó. Su trabajo como Juez, miembro de lo que en aquel entonces era la Corte Suprema de Justicia, implicaba un alto nivel de compromiso y de estrés. En la época en la que la enfermedad comenzaba a tener secuelas severas, mi viejo, estaba al frente de un caso muy difícil. No podía calzarse con zapatos normales, sus dientes comenzaron a aflojarse. Lo apoyamos, lo acompañamos y guardamos en privado su enfermedad ¿por qué? Él no quería que sus acciones y decisiones profesionales fueran descalificadas a causa de su padecimiento. No quería tratos especiales, ni la lástima de nadie. Lo entendimos, lo respetamos y vivimos todo ese calvario junto a él. Hoy me pregunto en qué hubiesen cambiado las circunstancias si mi papá hubiese andando divulgando en cada esquina que era diabético.
¿Criticas a Paula Deen por haber esperado tres años para revelar que padece diabetes?
Imagen vía Digitas Photos/Flickr