Parece que fue ayer cuando Chiquis anunció que ella y sus hermanos habían logrado vender la casa en las afueras de Los Ángeles, que su mamá Jenni Rivera compró con el fruto de años de trabajo y veía como un sueño hecho realidad. La vivienda fue comprada por los artistas estadounidenses Nick y Vanessa Lachey por cerca de $3 millones. Dos años y medio después, la pareja ha decidido ponerla en el mercado por más del doble, después de hacerle una gran remodelación, que ha dejado la mansión convertida en un palacio.
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Los Lachey hicieron de todo; reformaron la cocina, los pisos, los cuartos, derribaron paredes, cambiaron los 10 cuartos, las chimeneas, los siete baños. Tal parece que borraron completamente la huella de La Diva de la Banda en la casa, situada en la localidad de Encino. Los toques mediterráneos son cosa del pasado, así como la mayoría de los toques ornamentales.
Hoy en día, la casa soñada de Jenni Rivera, donde pasó sus últimos años y vivió experiencias maravillosas y terribles, es un espacio moderno, de colores fríos y líneas rectas. Cuando la veas no vas a poder creer que es el mismo lugar que salía en las redes sociales y en el reality de la cantante. Parece otra, pero igual es una bellez y está a la venta de forma privada por $7 millones.
Desde que se abre la puerta parece otro lugar.
Con el cambio de suelos, Jenni tenía baldosas de marmol y ahora hay madera, se fue el medallón que había en la entrada con las iniciales de La Diva de la Banda.
Así era la entrada en los tiempos de Jenni.
¿Cómo te gusta más. Como la tenía La Diva de la Banda o ahora? Es cuestión de estética, pero las dos versiones son muy especiales.
Los dueños actuales enseñaron el vestíbulo.
Es un espacio súper elegante que marca el tono de toda la casa. La transformación ha sido impresionante.
La sala tiene muchísima luz.
Atrás quedaron los muebles más voluminosos que prefería Jenni Rivera. Esta es ahora una casa con las tendencias de hoy en día.
El comedor formal tiene otro aire.
¿Quién no se puede ver allí en Thanksgiving, Navidad o un Día de las Madres? Lástima que cueste $7 millones.
La parte de atrás de la casa es mucho más verde.
Es fácil imaginarse allí disfrutando un fin de semana con la familia, o en una tarde tranquila o romántica mirando el atardecer.
El área de la piscina está igual.
Aunque el espacio se ve más amplio, pues redujeron la vegetación y se colocó el área de sentarse hacia un lado.
La piscina da nostalgia.
Esa zona sigue igual a cómo la tenía Jenni Rivera. Allí se filmaron muchas escenas del reality I Love Jenni.
En ese espacio han jugado muchos niños.
Jenicka y Johnny, los hijos menores de Jenni Rivera aun eran pequeños cuando se mudaron para esa casa. También eran bebés Luna y Jayla, las nietas mayores de la cantante. Además, los Lachey tienen tres niños, uno de los cuales nació cuando ya vivían allí.
Este cuarto es grandísimo.
Parece un pequeño apartamento para visitas, personal de servicio o hijos que se han hecho grandes y quieren su intimidad.
Con más de 7,000 pies cuadrados, la casa es inmensa.
Tan grande, que con una familia de cinco hasta hay espacio para tener un área de ejercicios.
Esta sala es súper masculina.
Es sin duda un espacio para que los hombres de la casa puedan ver los partidos deportivas sin interrupciones.
El área de juegos se ve increíble.
Es espectacular como se integra con la parte del jardín y la piscina. Muchas familias la pasarían allí increíble.
El cuarto principal es majestuoso.
El blanco de las paredes le da un toque súper contemporáneo, así como la madera de los suelos.
La cocina es digna de un chef.
Está hermosa, aunque es imposible no sentir nostalgia por los gabinetes color crema y la imagen de Jenni Rivera preparándole desayuno a sus chicos.
En esta ternura de foto se ven los detalles de la cocina.
Cada manija, cada grifo y todos los materiales son de primera categoría. Es una hermosura de cocina.
El comedor es bello y amplio.
Está perfectamente conectado con la cocina y tiene espacio para muchas celebraciones familiares.
El salón principal es imponente.
¿Qué pensaría Jenni Rivera si viera esta transformación de la casa que tanto amó? ¿Quién se anima a preguntarle a Chiquis o sus hermanos?
La entrada sigue siendo muy parecida.
La mansión de Jenni Rivera está prácticamente igual por fuera. Ahora, por dentro está irreconocible.
¡Cuánto orgullo tuvo Jenni Rivera por esta casa!
Aunque pase el tiempo y haya dueños nuevos, que la vendan y vengan más familias, para los fans de la cantante siempre será la mansión de nuestra Diva de la Banda.