Mantener la casa limpia y saludable para nosotras y nuestras familias es más difícil de lo que imaginamos. Aunque te esfuerces para tenerla como una tacita de plata, hay muchos lugares donde se acumulan gérmenes y bacterias que son fácil ignorar. Estamos hablando de áreas que todos en la familia tocamos constantemente, en especial los niños, y que son fáciles de pasar por alto. También hay algunos errores que cometemos sin darnos cuenta y que, no solo nos dan más trabajo, sino que nos hacen imposible que todo esté en perfecto estado.
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Y es que hay virus, por ejemplo, que pueden vivir hasta 72 horas fuera del cuerpo. ¡Qué miedo! También hay zonas de la casa en las que jamás pensaríamos que se acumula más sucio que en el inodoro. ¡De verdad! Eso por no hablar de los instrumentos que usamos para limpiar, pero que no hacen nada más que llevar las bacterias de un sitio para otro.
Saber qué es lo que estás haciendo mal en la limpieza de tu casa, o que podrías hacer mejor, puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad, especialmente en la época de las gripes y los virus estomacales, eso por no hablar de las odiosas bacterias que nos pueden hacer tanto daño. ¿Estás lista para tomar nota?
¿Cuándo fue la última vez que limpiaste la puerta principal?
No es algo que se nos ocurra comúnmente. Sin embargo, cualquier sucio que esté allí entrará a la casa. Dale una limpiada una vez a la semana.
Uno de los errores más comunes es olvidarte de limpiar las manijas de las puertas.
Tocamos las perillas constantemente y cualquier cosa que traigamos de la calle se quedan ahí. Pero para deshacerte de cualquier germen o bacteria, basta con pasarles varias veces por semana una solución antibacterial, ya sea con una toallita desechable o en spray.
Ignorar los ácaros de polvo en las almohadas es mala idea.
Pasamos tanto tiempo con la cabeza sobre las ellas, que son depositorio de todo tipo de sucios, que traspasan las fundas. Lávalas una vez al mes (puede ser en la lavadora) y si puedes pónlas a secar al sol.
¡En qué casa no se han usado trapos viejos para limpiar!
Es algo común, pero estamos cometiendo todos el mismo error. A menos que puedas tener un arsenal, y te acuerdes de no usar el mismo con los que aseaste los baños para limpiar la cocina, lo mejor es que los evites.
Otro error es confiarte en las esponjas.
Al mantenerse húmedas, son perfectas para que las bacterias se queden en ellas y vivan el mayor tiempo posible.
Tu plumero no es tu amigo.
Aunque creas que sirve para limpiar el polvo, lo que hace es pasarlo de un sitio a otro de la casa.
Aspirar no sirve de mucho si no le limpias el filtro a la aspiradora.
Allí se acumulan las toxinas que causan alergias. Además, un filtro sucio daña la aspiradora y hasta gasta más electricidad.
Hacer la cama inmediatamente tras levantarte puede mantener vivos a virus y bacterias.
Lo mejor es dejar que el aire circule y sacudir las mantas y sábanas.
Poner utensilios de cocina pequeños en el lavaplatos puede ser contraproducente.
Aunque tengas el mejor de los lavaplatos, es fácil que se queden atascadas en ranuras y dobleces pedazos de comida y sucio. Lo mejor es lavarlos a mano y, de ser necesario, con un cepillito.
Poner el cepillo del inodoro en su contenedor sin dejarlo secar.
Eso mantiene las bacterias vivas por mucho más tiempo, que si lo dejas secar.
Acuérdate de lavar bien el fregadero una vez que termines con los platos.
Es fácil olvidarse de restregar las esquinas y desinfectarlo. Mantener la cocina limpia no es fácil, pero prestando atención a las esquinitas es posible lograrlo.
Rociar las sustancias limpiadoras directamente sobre las superficies es lo más común.
Sin embargo, esa técnica puede hacerte trabajar demás. Lo mejor es ponerlas primero en una toalla de papel o un paño de microfibras y luego aplicarlas sobre lo que quieras limpiar.
Intentar ahorrarte un paso extra a la hora de limpiar las ventanas es un error.
Nos referimos a cuando creemos que con limpiar de una vez con la sustancia basta, y muchas veces ponemos la situación peor. En el caso de ventanas y otras áreas que acumulan polvo, lo mejor es sacarlo primero y luego pasarles un trapo húmedo.
Aunque la lavadora lava, también se ensucia.
Pásale una toallita con una solución antibacterial por dentro de las gomas, la parte exterior y los contenedores para colocar el jabón y el enjuague suavizante.
Ignorar el filtro de la secadora es otro de los errores.
Y esto no es solo una cuestión de higiene. Tener el filtro de la secadora sucio puede ser hasta un peligro de incendio.
No revisar el tubo de salida de la secadora también es un problema.
No necesitas a un especialista para atenderlo. Es fácil de limpiar y te vas a sorprender de lo rápida que se pone la secadora una vez que le saques el sucio.
No usar líquidos anti bacteriales con las tablas de cocina te puede crear un problema.
Especialmente con las que uses para cortar carne, pescado o pollo. Además, es importante que las mantengas separadas.
Lavar ligeramente la cafetera es lo más normal.
Pero es un error. En las ranuras pueden quedar restos de humedad, lo que es un perfecto caldo de cultivo para las bacterias. Lo mismo pasa con la licuadora y los hornitos y tostadoras.
Olvidarte de los controles remotos.
Son uno de los objetos que más tocamos y donde se acumula el sucio con mayor facilidad.
No lavar las bolsas del mercado.
Es algo en lo que definitivamente no pensamos la mayoría de nosotros, pero es súper importante. Acuérdate que vienen de haber estado en la calle.
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