La parte que más me gusta de las fiestas de fin de año son las comidas en familia, aunque si tu familia es tan grande como la mía, es posible que compartas mi estrés cuando me toca ser la anfitriona. Cocinar para 15 no es igual que cocinar para cuatro, pero con estos trucos te va a parecer igual de fácil y te vas a ahorrar una buena cantidad de dinero.
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Lo mejor, es que te vas a ahorrar muchos nervios, la comida va a quedar deliciosa y no te vas a tener que aguantar las críticas –no muchas, al menos– de mami, la abuela y la suegra. Sabemos que algunas le encuentran problema hasta a la perfección.
Sin embargo, lo más importante es que tú quedes satisfecha contigo misma y si sigues estos consejos lo vas a lograr.
Organízate con tiempo.
Ten una idea más o menos (ya sabemos cómo somos los latinos) de cuántas personas irán a tu casa y qué les vas a servir. Compra todo lo que puedas por adelantado. Si separas tu pavo, jamón o pernil por anticipación no estarás sufriendo a última hora.
Esto también te permitirá gastar menos. Si sabes cuánta comida necesitas evitarás comprar en exceso, también puedes usar el tiempo para ir a uno de estos clubs en los que se compran grandes cantidades y todo sale más barato.
El dicho de divide y vencerás cae perfecto en esta situación.
Si nunca has cocinado para mucha gente o te da miedo cocinar en volumen haz dos porciones más pequeñas de lo mismo. Yo prefiero hacer dos pavos medianos que uno gigante. Es mucho más difícil de controlar el balance entre la temperatura y la cocción. Y, además, puedes hacerlos de distintas maneras y con diferentes sazones o salsas.
No te pongas demasiado creativa o ambiciosa.
Prepara las recetas que te sabes sin mirar el libro y que ya sabes que tu familia disfruta. Si el dinero está escaso, fíjate en los ingredientes de la temporada, que suelen ser más baratos, y úsalos en tus platillos.
Aprovecha todas las manos que te puedan dar ayuda.
Grandes y experimentadas y chiquitas y dedicadas. Lo importante es saber a quién delegas qué.
Adelanta todo lo que puedas.
Escoge el mantel, las servilletas, los platos, las velas, las copas y todo lo que quieras poner en tu mesa, por ejemplo, con una semana de anticipación. Así tendrás tiempo de sobra si te llega a faltar algo.
Hay cosas que puedes dejar listas con anticipación.
Dejar los ingredientes cortados desde la noche anterior, cocinar algunas salsas y hacer masas para tamales, arepas o panes, es otra.
Piénsa además en todas esas comidas que saben mejor al día siguiente y prepáralas. Mientras menos trabajo tengas el día de la fiesta mejor será.
Presta atención a las proporciones.
Según el website AllRecipes.com estas formulitas te deberían ayudar:
- Dos o tres porciones por persona de las botanas (apertivos).
- 1/3 de salsa de dip por persona.
- Una taza de sopa por persona, a menos que sea una sopa espesa, que sería un poquito menos.
- Una taza de ensalada por persona.
- Seis onzas de carne o del platillo principal.
- 5 onzas de carbohidrato (como arroz, pasta o papas) por persona.
- Una porción y media de postre.
