La primavera es la época en que se suele hacer una limpieza profunda del hogar, la cual puede ser un trabajo arduo de varios días. Una vez que termines, seguramente te sientas muy satisfecha y te gustaría que siempre estuviera así sin invertir mucho tiempo ni esfuerzo, ¿pero cómo? Haz que estas cinco tareas diarias se conviertan en hábitos y notarás la diferencia.
1. Tiende la cama cada mañana. Es algo súper sencillo, pero muy necesario. Empezar el día con la cama hecha marca la pauta para el resto del día, ya que es el primer paso que das para no dejar que el desorden se apodere de tu vida. Además, te da un lugar donde sentarte y hacer otras tareas domésticas, como doblar la ropa (¡otra cosita que debes hacer a diario!).
2. Ten a mano toallitas de limpieza, como las Clorox® Disinfecting Wipes, por toda la casa. Son excelentes para limpiar rápidamente el lavabo, el inodoro y la cocina en un dos por tres. Verás que es más conveniente usar las toallitas en vez de tener que sacar todos los productos de limpieza. Ponlas en cada baño de tu casa, así como en la cocina.
3. Lava los platos y limpia la cocina inmediatamente después de cada comida. De esta manera, los platos no se acumularán. Si no tienes ganas de hacerlo, recuerda que la tarea te va a interesar aún menos si la dejas para mucho después, cuando los platos ya ni caben en el fregadero.
4. Utiliza productos y herramientas convenientes. Aparte de las toallitas, elige productos que son fáciles de usar, como el Clorox® ToiletWand® que es un cepillo para el inodoro que viene con una cabeza giratoria desechable ya cargada con el limpiador Clorox. Si el producto hace que la tarea sea más fácil, rápida y conveniente, seguramente la vas a hacer con más frecuencia. De la misma manera, una aspiradora que no sea demasiado pesada y difícil de maniobrar hará que la tarea de limpiar las alfombras sea más amena.
5. Ordena, ordena, ordena. Cada vez que sacas algo, guárdalo. Ya sean juguetes, papeles o ropa, asegurarte de que todo vuelva a su lugar es esencial para mantener el espacio despejado. Lo ideal es hacerlo inmediatamente y enseñarles a tus hijos y a tu esposo a hacer lo mismo. Pero si solo lo puedes hacer una vez al día, procura que sea antes de acostarte, ya que así puedes empezar la mañana siguiente con el pie derecho. A nadie le gusta despertarse al desorden. ¡Manos a la obra!