Hace poco estuve de viaje, y mi esposo y los niños se quedaron en casa. Como soy la encargada de la comida, quise facilitarle un poco esa tarea, así que preparé de antemano alimentos que luego congelé y fueron sacándolos en la medida en que los necesitaban. No tienes que irte de viaje para hacer esto, pues descubrí que es la manera más fácil y efectiva de cocinar.
Primero, procura comprar cantidades dobles cuando vayas al supermercado.
En el supermercados es que comienza todo. En vez de comprar un empaque, compra dos.
Cocina doble porción, y comerán ahora y después
Cuando compras doble porción, pueden comer cuando cocinas (y hasta repetir), y también congelar una porción generosa para luego.
Guarda los sobrantes en bolsitas de plástico selladas.
En vez de guardarlos en un contenedor, empácalos en bolsitas pequeñas reutilizables y selladas. Es mejor que uses varias bolsitas pequeñas, que colocarlo todo en una grande, pues así puedes tener mejor control de las porciones, y evitar que se desperdicie el alimento.
Ideas de alimentos que puedes cocinar y luego congelar.
Te cuento a continuación los que preparé…
La carne molida es perfecta para congelar y acompañarla con variedad de alimentos.
Prepárala sin añadirle ningún tipo de salsa, congélala y luego la pueden usar para pastas, papas asadas, pastelón de plátano, arroz blanco, en fin, con lo más que les guste.
Una sopa de pollo siempre resuelve en esos días fríos.
Los que me conocen saben que en mi casa no faltan las sopas. Y, la ideal para congelar, es la típica sopa de pollo con vegetales, como zanahorias, calabaza y maíz.
Guisa el pollo y congélalo hasta por tres meses, mínimo.
Cuando lo hago para congelar la mitad, me aseguro de que el pollo no tenga hueso. Guiso las pechugas, las desmenuzo, las guardo en bolsitas, y las pongo en el congelador. Cuando las saco para servirlas, las descongelo en agua tibia. Esto aplica para la carne roja y la ternera, no solo para el pollo, pues también congelan bien.
La salsa de tomates para pasta también se puede congelar.
Preparo mi propia salsa de tomate porque me gustan los alimentos frescos, pero toma tiempo, así que aprendí a hacerla en grandes cantidades, para luego congelar porciones y solo tener que hervir la pasta en esas noches que tengo prisa.