Cuando tenía 13 años, mi mamá me enseñó el truco para que el arroz blanco no se me quemara y tampoco me quedara apelotonado, sino suelto. Mira que he hecho arroz en mi vida y siempre me queda en su punto. Ven que te muestro este truco infalible de mi mamá, quien lo heredó de mi abuelita.
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Arroz blanco
Rinde para 4-6 porciones
Ingredientes
1 taza de arroz de grano largo
1 cucharada de aceite de tu preferencia (maíz, canola, oliva)
1 cuarto de una cebolla pequeña
1 diente de ajo (picadito, machacado, o en su defecto: media cucharadita de ajo en polvo)
1-2 tiritas de pimentón (pimiento rojo, pimiento morrón o ají dulce)
1 cucharadita de sal
2 tazas de agua caliente
Preparación
1. En una olla que tenga tapa pon a calentar el aceite a fuego medio y sofríe la cebolla, el ajo y el pimentón hasta que comiencen a dorarse, unos 2-3 minutos. Revuelve ocasionalmente.
2. Pon el arroz en un colador de alambre y enjuágalo bien con abundante agua.
3. Sofríe el arroz en la misma olla, revolviendo, por 1-2 minutos.
4. Agrega el agua y la sal y revuelve. Sube el fuego a medio-alto y cocina destapado hasta que rompa el hervor.
5. Una vez que comience a hervir, baja el fuego al mínimo y tapa. Cocina tapado por 12 minutos.
6. Remueve con un tenedor para comprobar que está listo y suelto.
7. Retira del fuego y deja reposar tapado unos 5 minutos antes de servir.
Para que veas la receta que me enseñó mi mamá, mira este video que preparé especialmente para ti:
Imagen y video, vía Enriqueta Lemoine
