Aunque es imposible eliminar todos los alérgenos, hay mucho que sí puedes hacer para disminuir de manera significativa la cantidad de ácaros, mohos, pelos de mascotas y pólenes en tu hogar que pueden desencadenar una reacción alérgica. Sigue estos pasos para prevenir la exposición a los alérgenos.
1. Opta por pisos de superficie dura ya que no acumulan alérgenos como las alfombras, pero si no tienes esa opción, pasa una aspiradora con un filtro de aire de partículas de alta eficacia (HEPA por sus siglas en inglés) por la alfombra.
2. Elige muebles de madera o metal en vez de tapizado que acumula alérgenos. Si tienes muebles de tapizado, límpialos con una aspiradora con cepillo o de mano y con filtro HEPA.
3. En las habitaciones, usa fundas hipoalergénicas con cierre para proteger el colchón de la cama y las almohadas de los ácaros de polvo, la caspa de mascotas y otros alérgenos, así como de la humedad.
4. Para reducir los mohos, trata de mantener bajos niveles de humedad en tu hogar. Un deshumidificador puede ayudarte a controlarla en sitios más húmedos, como el baño y el sótano.
5. Desempolva las superficies duras para eliminar la caspa de las mascotas, ácaros de polvo y demás alérgenos. Puedes usar las toallitas Clorox® Triple Action Dust Wipes en muebles, electrónica, persianas, marcos, zócalos, etc.
6. Si tienes mascotas, limpia las superficies duras de las áreas donde pasan más tiempo, como por ejemplo debajo de los tazones de comida o la caja de arena, con Clorox® Disinfecting Wipes. Y asegúrate de lavar regularmente sus camas en agua caliente.
7. Limpia con frecuencia los pisos de superficie dura con un trapeador húmedo para evitar que los alérgenos se propaguen por el aire.
8. En las superficies duras del baño usa un producto desinfectante, como Clorox® Clean Up Spray para eliminar y prevenir la proliferación del moho.
9. Lava toda la ropa de cama en agua caliente regularmente. Esto ayuda a matar los ácaros de polvo y otros alérgenos que suelen acumularse en las sábanas, mantas, cubrecamas y fundas.
10. Lava los peluches de tus hijos en agua caliente o ponlos dentro del congelador y en una bolsa de plástico por algunas horas para matar los ácaros de polvo.
