Todavía recuerdo la primera vez que comí huevos divorciados. Para empezar, me encantó el nombre y ni qué hablar de los colores, texturas y sabores de este plato típico de la gastronomía mexicana. Mira las fotos que allí te muestro mi receta paso a pasos de estos huevos divorciados.
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Imagen vía Enriqueta Lemoine
¿Cómo es eso del divorcio?
Para quienes, como yo, no sean mexicanas, les cuento que lo que le da nombre a este platillo es precisamente el divorcio: se trata de una pareja, un par de huevos, que se sirven juntos, pero no revueltos.
Cada ex cónyuge lleva un color
Cada uno de los huevos lleva una salsa de un color diferente, que lo distingue del otro. En este caso, voy a utilizar una salsa taquera y una salsa verde a base de tomatillo.
¿Camas separadas?
Para hacer aún más dramático (y sabroso) el efecto, los huevos estarán separados entre sí por un poco de frijoles. Escogí frijoles negros porque son mi favoritos, pero puedes usar los frijoles de tu preferencia e incluso omitirlos.
Lo primero son las tortillas
Los huevos se sirven sobre tortillas de maíz que se pasan por una plancha, sartén o comal para calentarlas. Vas a necesitar dos tortillas por cada comensal.
Cocina los huevos
Usualmente los huevos divorciados se hacen con huevos fritos, pero yo los míos los cocino al vapor, sin nada de grasa y me quedan igualmente deliciosos. Cocino cada huevo en un sartén a fuego medio.
El truco del vapor
Cuando la clara esté opaca, le pongo un chorrito de agua al huevo y con eso no necesito ponerle grasa.
Deja que el agua se evapore
Y cocina tu huevo al gusto.
Re divorciados
Mis huevos son tan distintos que uno tiene layema entera y no totalmente cocida y el otro la tiene rota y totalmente cocida. Es que este par no se parece en nada. No entiendo cómo pudieron estar casados alguna vez.
Un muro los separa
Así quedan una vez que los divido con los frijoles negros, no sin antes ponerle su pizca de sal a los huevos.
Divorcio total
El primero lleva su salsa de tomatillo, que ni por error va a rozar al huevo que lleva la salsa taquera.
Así quedan
Me encanta ese humor mexicano que de todo hace un chiste y mira que venir a ponerle a un platillo huevos divorciados. ¡Provecho!