Hay gente que no sabe cocinar, no les gusta, no les interesa o sencillamente le tienen pánico a las ollas y a los sartenes. A mí se me da natural y te garantizo que no hay misterio, ni secreto oculto. Ponerte detrás de los fogones puede ser un juego de niños, y lo que prepares puede ser un manjar ¡si sigues estos 13 consejos infalibles!
Lee más en ¿Qué más?: 15 Señales de que eres adicta al chamoy y a los chilitos
Imagen vía Corbis
Busca inspiración
Yo colecciono libros de cocina, pero si quieres un entrenamiento rápido mira los programas de televisión de Food Network y The Cooking Channel. No tienes idea de la cantidad de trucos de cocina que puedes aprender sin quemar las ollas. Busca en sitios web y blogs de cocina. Verás que es súper divertido.
Ten todo a mano
Si vas a seguir una receta, tenla a mano, lo mismo que todos los ingredientes. Es lo que los cocineros llamamos mise en place (puesta en escena) y créeme que facilita mucho a la hora de poner manos a la obra (o en la masa).
Ajo: Tu mejor amigo
Mi abuela decía: “ajo hervido, ajo perdido”, así que sabes: el ajo o crudo, o salteado o asado, jamás cocido en agua. También puedes freírlo, pero nunca le quites el ojo de encima cuando lo hagas, mira que quemado: el ajo sabe a diablo. Aquí puedes ver cómo pelar ajos sin tocarlos.
Cocina con hierbas frescas
La albahaca, el cilantro, el romero, el perejil y el tomillo ponen en tacones, literalmente hablando, cualquier plato. Si no tienes lugar para tiestos en tu casa, compra las hierbas en la sección de productos frescos de tu supermercado y experimenta con ellas. También puedes comprar hierbas secas. Lo importante es aprender a sazonar con hierbas.
Aprende a usar la cebolla
Dependiendo del color, hay una cebolla para cada cosa. Me encantan las moradas para comer en ensalada, las blancas tienen un sabor más suave y la de piel amarilla son las todo terreno: buenas para guisos, estofados y salsas. Aquí te digo cómo cortarla sin llorar.
Ojo con la sal
Usa siempre poca sal. Una comida desabrida siempre podrás arreglarla poniéndole una pizca de sal adicional. Una comida muy salada puede ser pérdida total (como los coches luego de un accidente).
El mejor aderezo
Soy fanática del aceite de oliva. Creo que no hay mejor aderezo en esta vida. Cuando vayas a hacer una vinagreta, aplica la regla del 1:3, esto es 1 parte de vinagre y 3 de aceite. A partir de allí puedes agregar sal, pimienta, mostaza o miel. Comienza por lo básico, y luego ponte creativa a experimentar. Aquí encontrarás todo sobre el aceite de oliva.
Cordura con los chiles
Déjale el departamento del pica-pica a los comensales. Recuerda que lo que a ti puede parecerte insípido, puede que le queme la boca a otro y viceversa. Aunque no llego al extremo de los mexicanos, me gusta la comida picante, pero no todos tenemos el mismo gusto.
Truco para el arroz sueltecito
Aplica la regla del 1-2, que consiste en poner a calentar 1 cucharada de aceite en una olla a fuego medio, agregar 1 taza de arroz (enjuagado o no) y sofreír revolviendo por 1 minuto, luego agregas 2 tazas de agua hirviendo con 1 cucharadita de sal. Bajas el fuego a mínimo y cocinas tapado por 12 minutos.
Pasta como una chef italiana
Muy fácil: pon a hervir abundante agua con sal (no tienes que agregar aceite). Una vez que hierva, agregas la pasta, revuelves y cocinas por 1 minuto menos de lo que dice el paquete. Así no estarás a la carrera buscando el colador. Ten presente que la pasta se cocina destapada. Si la cocinaste de más, ponla bajo el grifo con agua fría para parar la cocción. Si una vez escurrida no la vas a servir de inmediato, ponla en un tazón con una cucharada de aceite de oliva y revuelves. Así evitarás que se pegue.
Huevos hervidos sin el halo gris
Para que los huevos hervidos no tengan ese horrible halo gris, sigue este truco infalible para cocerlos: ponlos en una olla con agua fría, un chorrito de vinagre y un poco de sal. Ponlos a hervir y una vez que rompa el hervor, cuenta un minuto. Apaga el fuego y retira del calor. Deja reposar, tapado, por 9-10 minutos. Pela de inmediato y verás que las yemas quedan amarillitas.
Huevos revueltos cocidos a la perfección
Muy fácil: precalienta una sartén antiadherente a fuego medio, derrite una cucharada de mantequilla y agrega seis huevos, que vas a ir revolviendo. Agregas una pizca de sal y un chorrito de leche. En este video te muestro todo con detalle.
Ve recogiendo y limpiando
Eso de tener que lavar una torre de ollas y sartenes después de cocinar es de terror. Mejor ve limpiando y enjuagando en la medida en que vas ensuciando. Te aseguro que este es el mejor truco para que no le tengas miedo a la cocina.