Te pasaste el día entero con un trapito en la mano y un espray limpiador en la otra. Todo luce y huele a limpio y podría venir tu suegra a pasar el guante blanco. Sin embargo y aunque no parezca aún hay gérmenes en la casa a pesar de tanto esfuerzo.
Están donde menos lo imaginas, mientras más lo pienses más sitios encontrarás. Lo importante es saber cómo mantener a las bacterias a raya para evitar que se reproduzcan y nos causen enfermedades. Mira la galería de fotos que allí te muestro los sitios de la casa donde nunca pensaste encontrar los gérmenes y cómo eliminarlos para que no se conviertan en un problemón.
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Imagen vía Corbis
El teclado de la computadora
Lávate las manos antes de usarlo y un par de veces al día pásale una toalla de microfibra o un trapo humedecido con un poquito de alcohol.
El teclado del piano de tus hijos
Mis hijos llegan del parque sudados, con mugre y con la misma tocan el teclado eléctrico. Límpialo como su fuera el teclado de la computadora o pásale una toalla de las que vienen humedecidas con antibacterial.
Los celulares
Colócale un protector de pantalla y varias veces al día límpiale la superficie con un pañito antiestático o toallita desinfectante.
Los grifos del cuarto de baño
Allí se quedan las bacterias cuando los abrimos para lavarnos las manos o ducharnos. Mantén en el baño toallitas desinfectantes para que les des una repasada cuando los uses y pon a disposición una botella de líquido anti-bacteria para utilizar después de cerrar la llave.
La tina del fregadero
Parece mentira, donde lavamos los platos es uno de los sitios donde se concentran la mayor cantidad de bacterias. Evita dejar platos sucios y después de lavar, limpia toda la superficie con agua bien caliente y vinagre.
La esponja de lavar platos
Cada vez que laves los platos desinféctala con vinagre, exprímela muy bien y ponla a escurrir en el borde del fregadero hasta que se seque. También puedes ponerla por un minuto en el microondas.
Los paños de cocina
Hay que mantenerlos secos, cambiarlos a diario y remojarlos con agua caliente, vinagre y unas gotas de aceite de tomillo, romero o del árbol de té (manuca, maleluca, Tea Tree). Si no eres alérgica al cloro, desinféctalos con un chorrito al lavarlos.
Las toallas de baño
Cuélgalas estiradas después de usarlas para que se sequen y cámbialas cada semana, o más frecuentemente si empiezan a acumular olor de humedad. Lávalas con agua caliente y se agrega cloro o algún desinfectante natural al agua del lavado.
Las alfombras
Las alfombras de área son más fáciles de limpiar. Puedes lavarlas a fondo una vez al año y aspirarlas semanalmente. Si son alfombras fijas puedes espolvorear bicarbonato antes de aspirarlas para dejarlas limpias y desinfectadas y semanalmente rociarlas con una mezcla de agua, vinagre y aceite esencial desinfectante (limón, tea tree, romero, tomillo).
La bolsa de la ropa sucia
Cuando pongas a lavar la última carga de ropa, lava también la bolsa.
La cesta de ropa
Si como yo usas una cesta para llevar la ropa sucia al lavadero y luego poner la ropa limpia doblada, antes de colocar la ropa recién sacada de la secadora, rocíala con tu popular espray de agua con vinagre desinfectante y sécala con una toalla de papel.
La cafetera
Cuando la cafetera queda húmeda crecen las bacterias. Al menos una vez al mes hazle una limpieza dejando correr el ciclo de preparar el café unas tres o cuatro veces primero con una solución de agua y vinagre, y luego solo con agua hasta que el olor desaparezca. Seca con toallas de papel.
El control remoto de la tele
Todos los días límpialo con una toallita desinfectante o con un trapo con alcohol.
Los controles de los video juegos
Por la salud de tus niños, asegurate de desinfectar con una toallita antibacterial los controles de los videojuegos.
Las cortinas de ducha
La humedad es la casa perfecta de las bacterias y gérmenes. Procura que todos en casa estiren la cortina al salir de la ducha, así se secará más rápido. Una vez por semana rocía la cortina de plástico interior con una solución con cloro.
Los juguetes
Si son todos de plástico, sumérgelos en una solución de agua caliente con vinagre y aceite esencial desinfectante. Luego los sacas, los sacudes y los dejas secar al aire libre. Si no pueden sumergirse en agua, rocíalos con esa mezcla y déjalos secar bien antes de dejar que tu hijo vuelva a usarlos.
Los vasos de los cepillos de dientes
Puedes cambiar los cepillos cada tres meses, pero cada semana tienes que limpiar y desinfectar con agua caliente y vinagre o cloro el vaso donde los colocas.
