"Más fácil que pelar una mandarina", así reza un dicho que se usa mucho en mi tierra para significar algo que no tiene ciencia, que no es complicado. Ya ves que dice mandarina y no naranja ¿verdad? Porque pelar naranja tiene lo suyo. Y no fue sino hasta que vi un video en internet que me percaté de que algo estamos haciendo mal.
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Hay quien le da un mordisquito a la piel de la naranja, quien le entierra las uñas a la cáscara y quien hace un espiral que va pelando con un cuchillo filoso, corriendo el riesgo de cortarse un dedo y hasta la mano.
Hay quien corta las naranjas en cuatro, en forma longitudinal y luego la desgaja haciendo que salgan chorros de jugo por todos los lados.
Todas estamos equivocadas. La mejor forma de pelar una naranja es tan sencilla que cuando te explique me darás la razón y terminarás diciendo, como ahora digo yo, ¿cómo no se me ocurrió antes?
Y es que para pelar una naranja en 30 segundos, sin que se te partan las uñas, corras el riesgo de cortarte o de hacer un reguero de jugo y conchas, lo único que necesitas en una tabla de cortar y un cuchillo de hoja lisa.
Lo primero que vas a hacer es poner la naranja sobre la tabla y proceder a cortar las dos puntas. De cada punta vas a cortar una rebanada de 1/3 de pulgada de espesor. Esas dos rebanadas se descartan.
Lo siguiente es hacer un corte longitudinal que corte la fruta de punta a punta. Hecho esto, se abre la naranja completa y vas sacando los gajos de dos en dos o de tres en tres.
La verdad es que más fácil que este método, imposible. Espero que te guste y lo practiques. Verás como en tu casa, al igual que en la mía, aumenta el consumo de naranjas, una fruta que definitivamente viene empacada de vitaminas y fibra natural.
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Imagen vía Corbis