Comprar un sofá no es cualquier cosa. Suele ser uno de los muebles más caros de la casa y el que más nos representa a la hora de recibir visitas. Es una de las pocas adquisiciones en el hogar, en que se tiene lo que se paga, por lo que por lo general invertimos unos buenos dólares en él.
Sin embargo, es una de las piezas más sufridas en el hogar, más cuando se tienen hijos. Pero su destrucción no es algo garantizado. Aquí tienes cinco tips para que el sofá te dure toda la vida.
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1. Invierte en un buen sofá. El dicho de "lo barato sale caro" se cumple en un 100% en el caso del sofá. Mientras mejor sea tu sofá, mejor mantendrá la forma, la tela será de mejor calidad, y será más fácil mantenerlo limpio.
2. No dejes que se sequen las manchas. Si tu sofá favorito es usado regularmente por toda la familia, pues se va a ensuciar. Para manchas de vino y cerveza, coloca cubitos de hielo sobre ella. Si aún queda sucio, usa una gota de jabón de lavar los platos. Este último paso es buenísimo para las manchas de grasa.
3. No dejes que sea usado como trampolín. No sé porque los niños tienden a confundir al sofá con un trampolín, pero así sucede, yo creo que en todas las casas. Eso es algo terrible, no solamente porque se pueden caer, sino porque destruyen el mecanismo interno del sofá, ya sea que tenga resortes o goma.
4. Mantenlo limpio. Aunque no tenga manchas obvias, el sofá acumula sucio, como cualquer otra parte de la casa. Aspíralo con frecuencia. Si tienes uno de esos de microfibra o gamuza, pásale un trapo con alcohol. Si es de cuero, ponle un aceite especial al menos una vez al mes para que se mantenga suave.
5. Usa cubiertas. Es un truco antiguo, de la época en la que las cubiertas eran de plástico. ¡Horribles! Ahora las hay de todo tipo de telas y colores. Es una forma de que la tela original se mantenga en buen estado y siempre lista para recibir visitas.
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