No conozco a ninguna mujer que después de haber tenido hijos no sueñe con volver a tener la figura y sobre todo el vientre plano, que tenía antes de ser mamá. Por eso hoy escribo sobre cinco súper alimentos, muy comunes unos, y no tanto otros, que debemos consumir para lograr nuestro objetivo de tener el abdomen que soñamos. Se trata de cinco semillas: las de la avena, chía, girasol, linaza y quínoa.
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Avena. Las hojuelas de avena entera tienen más fibra que la avena que viene procesada. Además la avena te ayuda a combatir el colesterol malo y por lo mismo es súper beneficiosa para tu sistema cardiovascular. También se recomienda la avena para prevenir la diabetes, para quienes problemas de hipertensión y también para cuando queremos perder peso. Es un mito que la avena engorda. Lo que engorda es la cantidad de azúcar que le ponemos cuando la preparamos. Así que incorpora la avena a tu dieta: te dejará satisfecha y te ayudará a controlar los antojos.
Chía. Otro súper alimento oriundo de Centroamérica. No me canso de ponderar sus beneficios. Las semillas de chía remojadas se pueden usar como sustituto de los huevos cuando se están horneando pasteles y galletas. Con ellas se puede ser agua de chía que es buenísima para ayudar a controlar el apetito. Pero además, ¿sabías que dos cucharadas de chía tienen más calcio que un vaso de leche? En mi casa le pongo chía a la masa de las arepas y a un sinfín de licuados y batidos. También la preparo con avena. Me encanta el toque crujiente que le da a las comidas.
Girasol. Las semillas de girasol son ricas en ácidos grasos y en minerales como el fósforo, potasio, calcio y magnesio. Son excelentes para prevenir problemas cardiovasculares. Son indispensables para la dieta porque te dan energía inmediata y te ayudan a controlar el apetito. Si están embarazada o planeas estarlo, te cuento que además son riquísimas en ácido fólico por lo que son súper recomendadas cuando se está en la dulce espera. Como son ricas en calcio, son magnificas para evitar la osteoporosis t por su alto contenido de vitamina E, son excelentes para rejuvenecer la piel. Yo las compro peladas y sin sal, y las tuesto en un sartén hasta que se ponen crujientes y fragantes.
Linaza. Además de ser una excelente fuente de fibra que se puede agregar en polvo a la masa de arepas, panes y pasteles, la linaza es excelente para ayudarte a controlar el azúcar en la sangre y también a mantener a raya el colesterol. Si a ello le sumas que la linaza contiene los llamados "lignans", que son fabulosos para regular las hormonas y el sistema inmune, no hay nada más que hablar: hay que consumirla y punto.
Quínoa. No me canso de repetirlo: la quínoa es un súper alimento y una excelente alternativa para el arroz y la pasta. No contiene gluten por lo que es perfecta para quienes sufren de la enfermedad celíaca. Es rica en fibra (100 gramos de quínoa contienen 16 gramos de fibra) y además es una excelente fuente de proteína vegetal (cada 100 gramos de quínoa contienen 15 gramos de proteína). Y por si todo esto fuera poco, es súper versátil y es maravillosa para preparar desayunos, ensaladas, guisos, etc.
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Imágen vía iStock, Thinkstock