Una de las razones por las que siempre que siembro perejil, tomillo, romero, salvia y albahaca, es primero porque me gusta cocinar con hierbas frescas, y segundo porque el precio de las hierbas es un escándalo. Sin embargo, he de reconocer que nunca he tenido mucha suerte con el cilantro, que no solo es ingrediente principalísimo en mi cocina (y estoy segura que en la tuya también), sino que además es de las hierbas más delicadas que en existen, en términos de que daña de nada. Por eso, cuando me enteré de cuál es el truco para sembrar y cultivar cilantro, corrí a contártelo.
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El cilantro crece rapidísimo, es verdad, y en menos que canta un gallo florea y salen las semillas, mientras que las codiciadas hojitas ¡no duran nada! –especialmente en climas cálidos–.
Pero hay una manera muy fácil de sembrar y cultivar cilantro. Para ello necesitarás un matero no muy profundo, de unas 18 pulgadas de largo o ancho, en caso de que sea circular, y unas 8 a 10 pulgadas de hondo. Además deberás llenar el matero con con tierra abonada y asegurarte de tiene un buen sistema de drenaje.
Antes de sembrar las semillas, que puedes comprar en el vivero o en la sección de jardinería de tiendas como Walmart, Home Depot, Ace o Lowes, las vas a poner en un tazón con tres partes de arena (por ejemplo, por cada cucharada de semillas, 3 cucharadas de arena) y las vas a mezclar muy bien. Al momento de sembrar, la tierra ha de estar húmeda. Sobre la tierra, esparce las semillas con la arena. Y luego cubre con tierra húmeda.
Una vez sembradas las semillas, vas a regar siguiendo las instrucciones del empaque y vas a colocar tu matero o maceta donde tus plantas reciban unas cuantas horas de sol directo (lee las instrucciones que vienen en el paquete de las semillas).
De siete a 10 días, las semillas germinarán. Cuando las plantitas tengan unas 3 a 4 pulgadas de alto, las vas a podar con una tijera. Esas hojitas de cilantro tiernas son las que vas a usar para hacer salsa, pico de gallo, sopas, y todas las delicias de nuestra cocina latina que llevan esta hierba tan gustosa.
De lo que se trata este truco es de nunca dejar que la planta madure. No cortes todas las hojitas al mismo tiempo. Haz la poda en la medida en que vayas necesitando el cilantro y ve rotando. De esta manera, volverán a brotar hojas nuevas constantemente y siempre tendrás hojas de cilantro tiernas en tu cocina.
Con este método, se supone que puedas cosechar tu cilantro unas cuatro veces, de una misma sembrada, por lo que creo que lo ideal sería sembrar cada dos semanas una nueva maceta para siempre tener cilantro fresco en tu cocina.
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