"A falta de pan, buenas son tortas", dice el refrán. Quizá eso es verdad cuando hablamos de comidas, pero definitivamente no se aplica a los otros usos de este alimento tan esencial en nuestras mesas.
Sí amiga, el pan no es solo para comer. El pan sirve para cosas realmente inesperadas y muy necesarias. Yo sabía de varias, pero las que he descubierto en los últimos días son verdaderamente extraordinarias.
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1. Para sacar los olores de humedad. Esto me consta. El coche de mi suegro tenía un olor a perro terrible. Intentamos de todo para deshacernos de él, hasta un carísimo servicio de limpieza profunda de alfombras, pero nada. La solución fue dejar panes de sandwich sobre el piso toda la noche, durante dos semanas. Se chuparon todos los aromas desagradables.
2. Para recoger vidrios rotos. No hay nada más eficiente para recoger los pedacitos de vidrio que se esconden en el suelo cuando se rompe un plato o un vaso. Las astillitas se clavan en el pan con facilidad. Es mejor que la aspiradora.__
3. Para traer hormigas.__ Pon un pedazo de pan, mojado con leche, jugo o agua bien azucarada, en el área dónde crees que están las hormigas. Irán al dulce como hipnotizadas. Así confirmarás en qué área debes atacarlas para que se vayan de tu casa.
4. Para ablandar el azúcar endurecido. Te debe haber pasado alguna vez, en especial con el azúcar moreno, que si lleva tiempo en la despensa, se pone duro como piedras. El remedio, infalible, es ponerle un pedazo de pan encima. En 24 horas estará como recién comprado.
5. Para rescatar marshmallows o galletas viejas. Se hace lo mismo que con el azúcar. La humedad y la levadura del pan hace que se recuperen un poco.
¿Quién lo hubiese dicho?
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