No todas las frutas, vegetales y verduras se conservan igual. Algunos pueden permanecer a temperatura ambiente. Otros requieren además de refrigeración, un poco de humedad. Otros no pueden ver el agua y otros se conservan maravillosamente si los ponemos en agua. Sigue leyendo para que veas cómo estirar tu presupuesto de gastos de alimentación con solo aplicar la técnica de conservación adecuada.
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Oscuro y seco. Las papas, las cebollas y los ajos se conservan bien a temperatura ambiente en un lugar seco y oscuro. Mi recomendación es que las pongas en bolsas de papel abiertas para que estén ventiladas.
En un vaso con agua. El apio y los espárragos ser conservan hasta por una semana si los ponen en un vaso con agua (como si fueran flores en un florero). Con el hinojo ocurre otro tanto, sólo que dura menos (2 a 3 días). Las ramas de albahaca fresca también se conservan muy bien en un vasito con agua y si ves que comienzan a salir pequeñas raicillas blancas, hasta la puedes resembrar. Otro tanto ocurre con las ramas de menta fresca.
En agua dentro del refrigerador. La col rizada y las acelgas se conservan por más tiempo si las pones en agua (como si fuera un florero) dentro de la nevera.
En el refrigerador sin mucha humedad. El brócoli, el coliflor, las alcachofa, remolachas (betabel) y berenjenas se conservan mejor si los mantienes secos dentro la gaveta del refrigerador que tenga menos humedad.
Con una toalla húmeda. Hay alimentos como la zanahoria, la arugula, el pepino, las judías verdes, las coles de Bruselas, a los que le encanta la humedad. Nada como guardarlos por separado, envueltos en toallas de papel húmedas.
Bandas elásticas y de alambre. Para que conserven más frescos los vegetales de hoja verde, lo mejor es elimines las bandas elásticas y los alambritos forrados con que los amarran.
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