Yo no soy de las que estoy detrás de todos los productos buscándoles la fecha de expiración, pero cuando me percato que ya se pasó de tiempito, especialmente en ciertos alimentos, soy la primera en desecharlos. Los productos de belleza son otro cuento. La verdad que si no contienen químicos no le hago mucho caso a la fecha de expiración. El champú por ejemplo, puede caducar y yo lo sigo usando, pero cuando ya no quiere salir más de la botella, me desespero tanto que lo tiro a la basura. ¡Mal hecho! porque acabo de descubrir que ese poquito vencido o no tiene muchos y muy buenos usos.
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Por ejemplo, ¿tú sabías que puedes usar ese chorrito de champú para lavar tus cobijas?. Yo para nada lo sabía y además, no solamente quedan súper suavecitas, sino oliendo riquísimo. Qué manera más maravillosa de utilizar lo que desperdicio.
Por otro lado, también hay un uso inesperado, todas esas joyas que no te pones porque están sucias especialmente las de plata, ahora puedes limpiarlas con un paño de algodón, un toquecito de champú y frótalas como la lámpara de aladino, que se verán espectaculares después de una buena limpiadita.
El tercer uso tiene su chiste y suena lógico. Puedes lavar el auto con champú y lo peor de todo es que es tan bueno hasta para desengrasar, y digo lo peor porque si te pones a pensar ese champú llega a tu cabeza.
El último uso que me pareció el mejor de todos por lo novedoso, práctico y súper facilito. Echa un chorrito de champú a la cisterna del inodoro, cada vez que vayas al baño y bajes la taza, saldrá agua con jabón. Además con un olor riquísimo. No habrá una sola visita que se resista a preguntarte que nuevo producto usas en tu baño.
Imagen vía Haircare &styling/Pinterest
