Cuando me hice la mamografía el mes pasado, quedé enamorada con el lugar a donde fui. Me sentí como si en vez de irme a hacer un examen que, para mí es estresante, estuviese esperando para un tratamiento en un spa.
La sala de espera era relajante, pero el baño era espectacular. Lo mejor es que no se trataba de un lugar nuevo, ni ultra moderno. Sin embargo, sí te daba esa sensación de frescura y bienestar típicos de los lugares de masajes y tratamientos de belleza. Cuando llegué a mi casa me copié el look y lo logré. Aquí te dejo con lo que tienes que hacer para que cualquier baño huela y luzca como un spa.
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1. Compra toallas blancas o de colores claros. Deben ser sencillas y de un solo tono. Si puedes que sean grandes y de buena calidad.
2. Pon accesorios con elementos naturales. El bambú, la madera y el mimbre son materiales que dan calidez, textura y un toque de confort. También funciona ponerle unas piedritas en una esquina o hasta sobre el desagüe.
3. Plantas o flores. Es importante que la maceta o el florero sean de tonos claros o naturales. Una orquídea o un bambú de la buena suerte son un éxito.
4. Velas. Aunque no las enciendas a menudo, el prender una vela mientras te estás bañando, incluso en la ducha, tiene un efecto relajante.
5. Aromatiza con eucalipto o aceites esenciales. Un truco que no falla es poner unas ramas de eucalipto en la ducha. Cuando sale el vapor se activará el aroma. También puedes colocar una buena cantidad de tu aceite esencial favorito (yo amo los de lavanda y sándalo), dentro del tubo del papel del baño. Impregna el carton bien en la parte del medio. Verás como hace diferencia.
Imagen vía Medix