De mis batidos favoritos (merengadas, les decíamos en Venezuela) siempre recuerdo el de banana. Regresaba del colegio por las tardes y en lugar de llegar a casa de mi mamá, llegaba a la casa de mi abuelita. Allí me esperaba la más consentidora de mis tías, quien nos hacía a mí y a mi hermana una "camburada" (en Venezuela a la banana se le dice cambur). Aquello era mejor que comer helado y resultaba una merienda económica que nos daba energía para hacer las tareas y jugar hasta la hora de la cena.
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La merengada de banana sigue siendo una de mis favoritas y es la favorita del menor de mis hijos. Y como últimamente me ha dado por reducir el consumo de lácteos por aquello de cuidar la línea, y también porque tengo la sospecha de que el mayor es intolerante a la lactosa, ahora la hago con leche de almendras y la endulzo con jarabe de arce (maple syrup). Como me he vuelto fanática de las semillas de chía, también le pongo un poquito. Si ando apurada en las mañanas me la tomo en el desayuno, en cuyo caso le agrego unas cuantas almendras y licúo todo junto. Te la recomiendo para las meriendas, tanto en la mañana como en la tarde y no te preocupes por contar calorías: una taza de leche de almendras sólo tiene ¡30!
Licuado de banana
Rinde para 1 porción
Ingredientes
1 banana pelada y cortada en trozos
1 taza de Silk Almondmilk
1 cucharada de jarabe de arce
1 cucharada de semillas de chía
2 cucharadas de almendras (opcional)
Preparación
1. Pon todos los ingredientes en el vaso de la licuadora.
2. Licúa hasta que todo tenga una consistencia homogénea.
3. Sirve y consume de inmediato.
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Imagen vía Enriqueta Lemoine