Si algo me gusta de vivir en Miami es que se consiguen las mismas frutas tropicales que comía cuando era niña. Aquí tenemos papayas todo el año. Si no son locales, las traen de México y Costa Rica, y son idénticas a las lechosas que dan las matas que tiene mi abuelita en su casa en la Isla de Margarita. No sé si a ti te pasó lo mismo, pero en casa de mi abuela no se tomaban sodas, sino jugos de frutas naturales en el desayuno, el almuerzo y la cena. Y en las meriendas la cosa se ponía mejor porque mi abuela nos hacía "merengadas": unos licuados que además de la fruta llevaban leche y en algunos casos extracto de vainilla y canela en polvo. Una de mis merengadas favoritas era la de papaya y la receta de hoy es mi versión "moderna": sin azúcar y con leche de almendras, para disfrutar de los sabores de mi niñez pero sin tantas calorías.
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Este licuado es antinflamatorio como todo lo que tiene papaya, y es riquísimo en fibra (no sólo por la fruta misma, sino porque le puse semillas de chía), por lo que te ayuda a mejorar la funció intestinal y a aplanar el vientre, y además aporta vitamita C y ácido fólico. Como lo hice con leche de almendras se digiere muy fácilmente y no tiene muchas calorías.
Me encanta porque la vainilla y el puntico de canela además engañan al cerebro, que cree que cuando me lo tomo estoy comiendo dulce, y se me quitan las ganas de estar comiendo a cada rato. Te lo recomiendo como sustitito del desayuno y también como merienda a media mañana o a media tarde.
Licuado de papaya
Ingredientes para 2 porciones
2 tazas de papaya, pelada, sin semillas y cortada en trozos
1 taza de leche de almendras natural
2 cucharadas de miel
3 cucharadas de semillas de chía
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pizca de canela en polvo
hielo
Preparación
1. Pon todos los ingredientes en el vaso de una licuadora.
2. Licúa hasta que quede un batido cremoso.
3. Sirve de inmediato.
Más de mis recetas en mi blog de cocina.
Imagen vía Enriqueta Lemoine.
