Por mucha quínoa que haya incorporado a mi dieta (y mira que hago por los menos tres comidas a la semana a base de esta semilla), la avena siempre tendrá un lugar especial en mi cocina y en mi mesa. Sigue siendo uno de mis desayunos favoritos y ahora con el frío del otoño e invierno, mucho más. Con avena hago granola, unas galletas deliciosas, se la pongo como aditivo a pasteles y muffins, y ahora me ha dado por tomarla cruda en licuados con frutas. Y es que las propiedades y beneficios de la avena son tales, que no me canso de recomendarla, usarla como ingrediente y consumirla. Sigue leyendo para que veas por qué la avena tiene que ser parte de nuestra dieta.
Lee más en ¿Qué más? MILAGROSO licuado de fresa con avena que te dejará satisfecha sin aumentar de peso
Te achica la cintura. Un estudio demostró que quienes comen avena regularmente disminuyen sus niveles de colesterol malo en la sangre y logran reducir el tamaño de su cintura. El estudio al que me refiero comparó a personas que comían avena con aquellas que en su lugar comían carbohidratos como la pasta. Los resultados fueron increíbles.
Te mantiene satisfecha. La avena te da sensación de satisfacción y como te sientes satisfecha, comes menos y sobre todo no andas picando entre comidas.
Te ayuda a perder peso. El cuerpo procesa mejor los carbohidratos durante el día y mejor si es en la mañana. Por lo general consumimos la avena en la mañana en el desayuno, que es cuando se deben comer los carbohidratos para que el cuerpo tenga energía para arrancar el día.
Te la preparas en un santiamén. La avena instantánea se prepara en un minuto. Yo prefiero la tradicional que se cocina en 5 minutos, y mientras se cocina puedes ir picando las frutas con las que la vas a acompañar, o haciendo el café, o preparando la lonchera de tus hijos.
Te la puedes comer cruda. Como mi abuelita y mi mamá siempre la cocinaban, o la remojaban para hacer agua de avena, para mí la avena había que "procesarla", pero resulta que no. Fíjate en este licuado que tiene avena cruda y es una delicia.
Te recuerda a tu abuelita. Los atoles de avena eran una constante en las cocinas de mi abuelita y de mi mamá. Así que su sabor y aroma (les ponían extracto de vainilla y ramitas de canela) me traen recuerdos de infancia. Para mis hijos un tazón de avena caliente también en sinónimo de "mi mamá me mima".
Te ayuda a evitar el azúcar blanca. La avena se lleva muy bien con la miel de abejas, la miel de agave y el jarabe de arce, que son todos edulcorantes naturales.
Imagen vía Enriqueta Lemoine