Sabía muy poco sobre cómo usar la secadora hasta que me vine a vivir a este país, pero después de haber sufrido algunas bien viejitas, otras poco eficientes, otras industriales y alguna que otra con manías medio raras, me he convertido en una experta y te digo que es fácil tirar el dinero y el tiempo por el caño si no te sabes unos trucos.
Para mí la secadora de ropa es una de las máquinas más temperamentales de todas las que uso para mantener mi hogar. Sin embargo, ya nos llevamos bien. Te paso los tips, para que te ahorres estrés y disgustos.
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1. La llenas demasiado. La secadora necesita espacio dentro para que circule el aire caliente y la ropa dé vueltas. Así como la lavadora puede funcionar con un poquito más de piezas de lo recomendado. No te vas a ahorrar nada de tiempo si le metes todo eso en la secadora.
2. No estiras la ropa antes de meterla. Muchas veces la ropa sale de la lavadora toda arrugada y enrollada. Si te preocupas de estirarla antes de ponerla a secar, te va a salir prácticamente planchada y se secará antes.
3. No revisas los ciclos según los tejidos. Así se te va a encoger más de algún suéter. La ropa hecha con tela de fibras naturales, con excepción del algodón, sufre si la pones en la función más caliente. La hecha con lana directamente se encoge y se vuelve fieltro.
4. No revisas qué pasó con las manchas. Esto es básico, si pusiste a lavar la ropa manchada y no verificas que la mancha desapareció, cuando la saques de la secadora será demasiado tarde. El calor intenso fija los colores, incluyendo los de aquella salsa de tomate.
5. No revisas el filtro. Cada vez que uses la secadora tienes que verificar que el filtro no tenga pelusilla. Esa capita que deja la ropa, no sólo hace que la máquina tarde más en secar, si no que hasta puede producir un incendio. ¡Cuidado!
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