Cada vez que entro a una de esas tiendas de productos sofisticados para el hogar me muero de la risa con la gran cantidad de cepillos que tienen. ¿Te has dado cuenta de que muchos se parecen a los que usamos para lavarnos los dientes? Lo que no me hace reir para nada. Más bien todo lo contrario son los precios.
La buena noticia es que no tenemos que pagarlos, pues con ese talento para la improvisación que tenemos las latinas, podemos convertir a un cepillo de dientes común y corriente en una herramienta de primera mano para deshacernos de la peor de las mugres, en los lugares más recónditos de nuestra casa.
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1- Para limpiar los azulejos del piso. ¿Hay algo más difícil de limpiar que la lechada entre las cerámicas? Un cloro de esos que vienen en gel y un cepillo de dientes son tus aliados perfectos.
2. Pon a brillar tus grifos. Para esto te sirve tanto el cepillo como la pasta de dientes, sobre todo en esas ranuritas tan delgaditas que casi son invisibles
3. Saca la mugre de los marcos de las ventanas. Rocía tu limpiador favorito y atácalos con el cepillito.
4. Dile adiós al polvo acumulado en los filtros. Una buena cepillada y los tendrás por un rato más.
5. Dale una nueva vida a tus joyas. Las que tienen piedras montadas quedarán más limpias despues de una pasadita con el cepillo de dientes.
Imagen vía Thinkstock, Yanko Design