No vayas a pensar que soy una borracha, pero en mi casa se toma vino. No en exceso, pero sí lo suficiente como para tener varios envases llenos de corchos. Yo reconozco que tengo tendencias acumuladoras y los he guardado con mucho cariño, pero a mi marido le parecían basura, por lo que no me quedó más que ponerme a investigar ideas para aprovecharlos. ¡Ni te imaginas las bellezas que encontré!
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El universo de cosas que se pueden hacer con los corchos parece ser infinito. Sólo te dejo un consejito que me costó bastantes momentos de frustración descubrir: Para que no se te deshaga el corcho cuando lo estés cortando o se te dificulte pegarlo, lo mejor es hervirlos por unos 10 minutos. Acuérdate de que flotan, por lo que debes ponerle algo pesado encima.
¡Buena suerte y que te diviertas, tomándo el vino y trabajando los corchos!
Imagen vía Wine Enthusiasts
Portavelas
Más fácil, imposible. Coloca una vela delgada en un envase. Pónlo dentro de otro más grande y llena el espacio de corchos. Le da un look rústico y romántico.
Decoración
En las tiendas de manualidades venden estas letras vacías por poco más de un dólar. Para que te hagas una idea de lo que vale, este letrero cuesta $49.99 en Wine Enthusiasts.
Para la mesa
Si organizas una cena y quieres que la gente se siente donde tú quieres, sin crear situaciones incómodas, fíjate que manera tan creativa de poner los nombres.
Una alfombrita
Esta alfombra la hicieron con una aguja de coser grande e hilo de pescar. Para mí funciona igual pegarla sobre fieltro con una pistola de silicona.
Protector de superficies
Mira que belleza. Sirve para ollas también.