Chicas, a mí me encanta dormir. Es increíble ¿verdad? Especialmente cuando eres una mamá agotada, acurrucarse en la cama se siente como un pedacito de cielo en la tierra. Por mucho que me encanta pasar el tiempo entre las sábanas, para descansar y por otras razones (guiño, guiño), estoy tan asqueada de lo que está acechando en mi cama ahora mismo, que no estoy segura de poder acercarme a ella hasta que lave adecuadamente toda la ropa de cama con agua caliente. No es que mi cama sea particularmente sucia, es que todas las camas, sí, la tuya también, pueden estar bastante asquerosas si no lavas las sábanas regularmente. Entonces ¿con qué frecuencia debes lavar la ropa de cama y con qué exactamente te estás acostando si no la lavas suficientemente? Déjame que te cuente.
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Idealmente, debes lavar las sábanas una vez a la semana. Una vez cada dos semanas es pasable, cualquier cosa más allá de eso hará que estés durmiendo con todo tipo de porquerías. Debes lavar la almohada dos veces al año. Ah, y si hay una enfermedad dando vueltas se recomiendan sábanas frescas cada 24 horas, o al menos una funda de almohada fresca cada 24 horas.
Entonces, ¿qué hay en tu cama y la mía que me tiene totalmente revuelta en este momento? Bueno, además de células de piel muertas, aceite, sudor, fluidos corporales, y tal vez algunos restos de comida, estás compartiendo tu cama con ácaros del polvo y su caca. ¡Qué asco!
Los ácaros del polvo están por todas partes, pero las camas les agradan especialmente porque prosperan en lugares cálidos y húmedos. Son demasiado pequeños para verlos, lo cual es bueno porque los encuentro horrendos, y pueden causar todo tipo de problemas de salud, como asma y alergias.
Es fácil perder la noción de la última vez que lavaste las sábanas, pero si no puedes recordar cuándo fue, ve y lava tus sábanas y las de los niños ¡ahora! Vas a descansar mejor.
Imágenes vía Corbis Images
