Si algo me gusta de lo que hago es que, como soy curiosísima, todos los días aprendo algo nuevo. Hoy revisando la página web de Univisión me encontré con que en Los Ángeles hay un restaurante que sirve una sopa que llaman "caldo de piedras".
Como lo oyes amiga ¡de piedras! La receta no es un invento de la cocina molecular ni de un chef con estrellas Michelin o graduado de Le Cordon Bleu. Mejor aún: se trata de una tradición milenaria ¿de dónde va a ser pues? ¡de México! Para más señas, de la región Chinanteca en el estado de Oaxaca. Sigue leyendo porque esta es de verdad, una historia fascinante.
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El caldo de piedras en un consomé que se cocina con rocas calientes en áreas rurales de México. Según le explicó Gabriel Cruz, chef de El rincón oaxaqueño en Los Ángeles, a la agencia de noticias EFE, los campesinos cocinaban pescados, langostinos y camarones de río con el calor de las piedras.
Las piedras son previamente calentadas en brasas y así calientes se ponen en un tazón de jícaro (totuma o tapara) con agua de manantial y los demás ingredientes para que hiervan con el calor de las piedras. En cinco minutos de ebullición la comida está lista.
Al caldo de piedras que sirve Gabriel en El rincón oaxaqueño le ponen f__ilete de huachinango y pata de cangrejo__, tomate, cebolla en aros, cilantro, epazote y jalapeño y yo te pregunto ¿no se te antoja? porque lo que es a mí me provoca un poco ya.
Lo mejor de este caldo es que en Oaxaca lo cocinan ¡los hombres! Y no te pierdas lo que dice Gabriel: "el caldo de piedra por ser caliente ayuda a sobrevivir en el frío que es intenso en esa región; pero además a la gente le gusta cocinar esa sopa porque tiene propiedades afrodisíacas".
Así que ¡bingo! Y ¡requete bingo!
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