Los efectos de una mala iluminación son muchos: desde jaquecas, hasta poca concentración o mal humor… hasta problemas con la vista. Para evitar todo esto, ¿por qué no le echas un vistazo a la iluminación de tu hogar?
La mejor iluminación es aquella que viene de la luz natural, claro. Por eso es tan importante que toda casa cuente con ventanas amplias !y limpias!
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Además, para maximizar la iluminación natural del hogar, los decoradores usan ciertos trucos, como colgar espejos frente a las ventanas, o colocar un tragaluz sobre la puerta. Otra cosa importante es quitar las cortinas o persianas que no sean necesarias, y reemplazarlas con materiales que proyecten mejor la luz, como la muselina. Y, en el caso de usar persianas, que sean transparentes o con perforaciones. Y por afuera, nunca deje árboles cerca de las ventanas, pues le robarán la entrada de la luz.
En material de iluminación artificial, siempre es mejor optar por un interruptor con el que se pueda regular la intensidad de la luz, así uno administra mejor el efecto que le irá dando a cada habitación.
También es importante combinar la luz. Esta debe tener un punto principal (digamos el techo) y puntos de difusión (lámparas en las esquinas, a los lados o de pie). Esto se debe a que cuando sólo se cuenta con un punto de luz, digamos una lámpara en el techo, la iluminación se vuelve agresiva, y esto puede influir en el estado de ánimo de las personas, o hasta en su salud. Los puntos de luz encima o detrás de la cabeza, además, crean sombras poco estéticas.
Para suavizar el contraste ente las esquinas y el centro de los cuartos, se recomienda aplicar lámparas de pared. Mientras que las de pie y de mesa, diseñan un ambiente más acogedor.
Ahora, si lo que vas a preparar es una cena romántica, nunca, nada ha sustituido el cálido poder de una iluminación con velas.
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