No importa si es verano, primavera u otoño, parece que las moscas de la fruta aparecen por generación espontánea y simplemente es imposible deshacernos de ellas.
Basta con sólo poner ese divino jarrito que te dio tu tía Margarita con manzanas y plátanos para que al día siguiente en la mañana ya tenga 3 ó 4 mosquitas de fruta encima. ¡Pero he encontrado la solución!
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Como si se burlaran de nosotras, esas mosquitas no entienden cuando uno les dice "¡no!", les da de periodicazos o aleteas con tu mano hasta el cansancio. Si no te comes la fruta, persistirán hasta hacer de tu existencia un infierno.
Por fortuna, en un blog encontré un buen remedio para acabar con ellas…
Materiales:
Vinagre de sidra de manzana
Un jarrito de vidrio de boca ancha
Jabón para lavar platos
Preparación para la aniquilación:
Seguro tienes todos los ingredientes en tu casa. Y si no tienes el vinagre de sidra de manzana, mejor cómpralo porque no resulta con ningún otro tipo de vinagre. Tiene que ser el de sidra de manzana para engañar a las molestas moscas.
Toma el jarrito de vidrio y llena la mitad o ¾ de él con vinagre de sidra de manzana. Échale unas 5 gotas de jabón para lavar trastes y rellena el resto del jarrito con agua hasta que haga espuma y llegue al tope del recipiente.
La trampa está lista- buajaja-. Así que sólo queda esperar a que las inocentes mosquitas se vean irremediablemente atraídas por el olor a manzana hacia el jarrito y queden atrapadas entre las burbujas.
Deja la trampa abierta por unas horas o hasta que las burbujas se rompan. Lo que quedará será sólo el pequeño cementerio de decenas de moscas de fruta que ni imaginabas que albergabas en tu casa.
Vuelve a ponerle gotitas de jabón al jarrón y repite el proceso por 2 días hasta que no quede ni una.
Imagen vía Suburban Turmoil
