Hoy en día mantener la armonía en el hogar, en pareja, como mamá, en el trabajo no es siempre fácil. Pero afortunadamente son muchos los recursos disponibles, muchos de ellos naturales que te ayudan a mantenerte positiva y en armonía. El Feng Shui es uno de esos recursos que da mucha tela que cortar, porque es muy amplio, pero tiene principios generales que son súper útiles.
El Feng Shui simboliza el intercambio de energías en armonía.Fíjate – nos ocurre a todos- que visitas una casa, una oficina, una tienda, aunque nunca hayas estado antes, y el ambiente te parece atractivo, te sientes cómoda y quieres estar allí. En cambio, en otros espacios llegas y te parecen pesados, incómodos o quieres estar el menos tiempo posible allí.
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Claro, no necesariamente es el Feng Shui el que determina la armonía en un lugar o que sea atractivo o no. Pero el Feng Shui sí te brinda consejos que puedes adaptar a tu estilo para mantener tus ambientes armónicos.
Estos tres principios que te comento aquí son básicos y puedes incorporar también a tus hijos y a todos en el hogar a la hora de ponerlos en práctica. Yo los aplico todo el tiempo, pruébalos y verás cómo funcionan.
Mantén los ambientes livianos para que la energía circule por todos lados. Es decir, conservando tu estilo y gustos, procura no sobrecargar los ambientes de muebles y objetos. No atiborres cada espacio de cosas, trata de ver qué está de más. En general, una habitación no debe tener más de la mitad se sus espacios recubiertos de muebles y objetos.
Mantén las cosas en buen estado. Ese es un principio para atraer la buena fortuna. No dejes que los objetos, muebles, aparatos ni tampoco la estructura se descompongan. Arréglalas y mantenlas en buenas condiciones. Muéstrales a tus hijos, con los objetos que utilizan diariamente, la importancia de conservar y cuidar.
Mantén la limpieza y el orden. No dejes que los espacios y objetos acumulen polvo o luzcan desordenados. Puedes enseñarles tus hijos, por ejemplo, a colocar los juguetes en un lugar determinado o los útiles escolares en un área fija para evitar el desorden.
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