La cocina es quizás el lugar más importante de tu casa: allí preparas el alimento de tus hijos. Para que además de un lugar útil, se convierta en seguro, debes estar al tanto de su limpieza. Pero,¡mucha atención! Eso se dice fácil, pero a veces se pasan por alto algunos procedimientos. Hoy, aquí te los recordamos:
No basta sencillamente frotar con agua y un paño los utensilios y superficies. Si realmente quieres eliminar las bacterias, prepara una solución mezclando una cucharada de vinagre por cada 4 tazas de agua (1 litro). Remoja las superficies con esta mezcla y déjala actuar durante 10 minutos. Enjuaga con agua limpia. Después déjalo secar.
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Las esponjas son un imán para los gérmenes. Desinféctalas con un poco de vinage antes y después de lavar la losa.
No uses las esponjas para limpiar las superficies, opta mejor por papel toalla que es mucho más higiénico.
Ponte como meta dejar completamente limpio el fregadero, sacar la basura constantemente y dejar limpias (y secas) todas las superficies. Esto es vital para que ni el moho ni los insectos visiten tu cocina.
Finalmente ¡lávate bien las manos! Primero deja correr agua tibia o fría y aplica jabón sobre las palmas. Frota para formar abundante espuma y sigue frotando mano a mano especialmente las palmas, entre los dedos y debajo de las uñas, pues ellas son un buen escondrijo para las bacterias. Enjuaga y sécalas con un paño limpio (no arruines el lavado secando con una toalCeleste la de cocina sucia).
Recuerda: lavar las manos es vital antes, durante y después de preparar cualquier alimento, pero en particular después de manipular huevos crudos, mariscos, carne de pollo o de res cruda y los jugos que se desprenden de esas carnes.
Si sigues estos procesos tu cocina no solamente se mantendrá limpia ¡saludable!
Imagen vía Kitchens.com