Si todo lo que últimamente se escucha en tu casa son tus gritos a todo pulmón reclamando el miserable estado en el que el cuarto de tus hijos se encuentra, no desesperes.
A veces es inevitable que los pequeños sean desordenados, pero si tu facilitas espacios que mejoren su conducta, todo irá viento en popa sin tener que recurrir a esas dramáticas amenazas que tanto presumes. Aquí algunos simples truquitos que te ayudarán a convertir el caos en orden en tu casa de una vez y por todas…
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Muebles con dos usos: Si tienes un cuarto pequeño, procura aprovechar al máximo tu espacio y compra muebles que tengan doble uso. Puedes poner una cama que también tenga espacio para guardar libros o peluches. Mientras más separaciones tenga, mejor, porque los pequeños juguetes que están tirados en el pasillo ahora tendrán un hogar.
Cestos y cajas: Ubica un espacio estratégico en el cuarto de tus hijos donde puedas colocar cestos o cajas del mismo tamaño que escondan el tiradero. Esos peluches, legos, trenes, muñecas que quedan aventados en cada esquina pueden acomodarse fácilmente ahí sin parecer que un tornado arrasó por tu casa.
Almacena en lo alto: Las paredes no son sólo para decoración. Pueden ser un increíble espacio extra para agregar un estante que contenga fotos, peluches, o jueguitos de tus hijos como trofeos. Hazles creer que es un lugar especial y tal vez así lo cuiden y lo mantengan limpio.
Cajones, cajones y más cajones: Repite después de mí, los cajones son tus amigos. Mientras más, mejor. Elige 99% de los muebles de tus hijos con cajones integrados. Créeme que esto facilita que ellos sean ordenados, y a ti te evitará ser la bruja del cuento.
Imagen vía Thinkstock