Secretos para mantener la casa limpia aunque seas una mamá súper ocupada

Si eres como muchas mamás de hoy en día, lo más probable es que sientas que el día no tiene suficientes horas para hacer todo lo que tienes apuntado en tu lista de tareas. O por lo menos es así como yo me siento–especialmente en cuanto a la limpieza de mi casa se trata. No hay cosa que odie más que tener que lavar ropa, por ejemplo, pero si no lo hago con regularidad, se me acumula de una manera espantosa y de lo único que tengo ganas cada vez que veo la canasta de ropa sucia desbordándose es de salir corriendo. 

Por eso es que quiero compartir algunos consejitos contigo perfectos para aquellas de nosotras que nos la pasamos súper ocupadas pero queremos asegurarnos que nuestras casas estén lo más limpias posibles. 

Primero que nada no trates de hacer todo tú sola. Aún si tienes hijos pequeños, debes enseñarles a que mantengan sus cuartos y las áreas donde juegan arregladas. Es decir, sin importar su edad, tienen que aprender que cada cosa tiene su lugar y que después de jugar tienen que volver a poner todo donde lo encontraron. Si los acostumbras desde pequeñitos será algo menos de lo que te tengas que preocupar. En mi casa, todo el mundo tiene una tarea, incluyendo mi esposo. 

A la hora de asignar o escoger que tareas debe hacer cada miembro de la familia, toma en consideración edad, habilidad y preferencia. Es decir, no le puedes pedir a un niño de 3 años que aspire la alfombra, pero si a tu esposo no le molesta lavar la ropa y tú–como yo–lo odias, entonces no tiene sentido que tú lo hagas.

Eso de pasarte todo el día limpiando no es buena idea. Si trabajas fuera de la casa, lo más probable es que lo último que quieras hacer es pasarte todo el sábado limpiando. Por eso es que es mucho mejor hacer una lista de limpieza y dividirla por día. Es decir, un día lavas y secas ropa, un día limpias los baños, otro día la cocina, etc. 

Si tu presupuesto te lo permite, te recomiendo altamente contratar a alguien que venga por lo menos una vez al mes. Ya sé que lo ideal es que alguien venga a ayudarte más seguido, pero una vez al mes es mejor que nada. Lo bueno es que le puedes pedir que se encargue de una limpieza mucho más profunda.

Por último, relaja tus estándares un poco. Recuerda que si tu casa no está impecable en todo momento no se va a acabar el mundo. 

Imagen vía Thinkstock