La verdad es que ya no se qué pensar. Cuando leí este artículo se me revolvió el estómago. Ahora resulta que la carne molida, los brotes (semillas germinadas), las aves, y hasta la ensalada que compras en tu supermercado favorito, podrían estar contaminadas con cosas tan horribles como la E. Coli y por eso los expertos en nutrición evitan comprar y consumir estos alimentos.
Según el Centro de Prevención de enfermedades uno de cada seis estadounidenses sufre, por lo menos una vez al año, de enfermedades transmitidas por los alimentos. Como para alarmarse. En la lista de alimentos que pudieran estar contaminados figuran la leche cruda y los productos del mar traídos del sudeste de Asia. Además, las hortalizas de hojas como la lechuga y las espinacas, son otros de los alimentos a evitar. O por lo menos eso es lo que hacen los expertos en sanidad alimenticia.
Una de esas expertas, Nancy Huehnergarth, dice que jamás compra brotes porque se contaminan muy fácilmente y sólo compra carne molida orgánica. Otra cosa que hace es que jamás come carne molida en restaurantes porque según comenta la presencia de E. coli en este alimento es alarmante.
Asco. La E. coli (Escherichia coli) es una bacteria que normalmente habita en los intestinos y cuando pasa a la sangre, puede causar serias infecciones. Algunos de los síntomas de la contaminación con E. coli incluyen dolores de estómago, vómito y diarrea, e incluso diarrea con sangre.
Además de los brotes, Michael Batz, jefe de programas de seguridad alimentaria del Instituto de Patógenos Emergente de la Universidad de Florida, recomienda evitar las otras frescas que son portadoras de la E.coli, la salmonella, y el Vibrio. Blatz recomienda evitar el consumo de frutos del mar del sudeste asiático y en lugar optar por los que vienen del Golfo de México.
El gran tema es que 80 de los frutos de mar que consumimos en Estados Unidos son importados. Lo que quiere decir que el riesgo de contaminarnos en grande, pero no sólo con las bacterias. Es que además esos alimentos, producidos en ambientes no controlados, contienen residuos de medicamentos, productos químicos y agentes patógenos.
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