¿Te has fijado que en todas las dietas las ensaladas son una constante? Esto es así porque no hay nada más saludable que comer las verduras y hojas frescas, que aportan nutrientes a nuestro cuerpo y pocas calorías. La ensaladas son una entrada perfecta porque nos hacen sentir satisfechas y así podemos reducir las porciones del resto de los alimentos, incluyendo carbohidratos, carnes, aves y pescados.
Nuestra receta de hoy responde a la petición de las mamás latinas que participan en nuestros chats sobre comidas, recetas y alimentación y siempre nos piden consejos sobre cómo hacer ensaladas que no sean aburridas. Y es que si tuviera que comer lechuga, tomate y cebollas, yo también estaría no digo aburrida ¡aburridísima!
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En mi afán por preparar ensaladas coloridas, deliciosas y sobre todo nutritivas, últimamente me ha dado por incorporar frutas y nueces: me encanta el contraste de texturas y sabores, y también comer cosas que son al mismo tiempo dulces y saladas.
Lo que hace verdaderamente deliciosa esta ensalada, es que las nueces, en este caso almendras y pecanas, están previamente tostadas (en un sartén a fuego mediano), lo que las hace fragantes y crujientes, y que la vinagreta lleva un poquito de miel.
Yo a esta ensalada no le pongo sal y la verdad es que me parece que no le hace falta. Pruébala y luego me cuentas qué te pareció.
Ensalada de berros, durazno y nueces
Rinde 4 porciones
Ingredientes
1 paquete de berros
1 durazno cortado en gajos
1/2 de tazas de nueces varias, peladas y tostadas
4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
1 cucharadas de vinagre balsámico
2 cucharadas de miel
Preparación:
En una ensaladera sirve el berro, agrega el durazno y espolvorea las nueces.
En una taza, pon el aceite, el vinagre y la miel y bate con un tenedor hasta que se forme una emulsión homogénea.
Adereza la ensalada con la vinagreta.
Imagen vía Enriqueta Lemoine
