Cuando vivía con mi mamá y mi abuelita, un atol de avena era de los desayunos más deliciosos que disfrutábamos. Claro, ahora veo hacia atrás y aquello estaba muy bien para una niña, porque la avena era cocinada con leche entera y además llevaba azúcar. Como me sigue gustando la avena, ahora la preparo en una forma que me resulta más saludable por eso de que siempre estoy buscando perder peso.
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Lo que hace a esta avena tan deliciosa como saludable, son los acompañantes. A veces, como en las foto, son fresas frescas o arándanos azules o, mejor aún, una combinación de frutillas frescas. Otras veces son uvas pasas y manzanas. O arándanos secos y bananas frescas. Para realzar el sabor de la avena y de la fruta, le pongo una pizca de sal. Para endulzar nada como el jarabe de arce (maple syrup) y créanme: no hay mejor manera de comenzar el día!
Una última recomendación, si como yo estás cuidando tu peso, sólo tienes que sustituir el jarabe de arce natural por el jarabe de dieta que es bajo en calorías y no tiene azúcar.
Avena con especias, fresas y jarabe de arce
Rinde para dos porciones
Ingredientes
3 tazas de agua
1 cucharadita de extracto de vainilla
¼ de cucharadita de canela molida
1 pisca de nuez moscada recién molida
4-5 cucharaditas de Splenda (o de azúcar)
1 pisca de sal
1 ½ taza de hojuelas de avena
1 taza de fresas rebanadas
¼ de taza de jarabe de arce
Preparación
En una olla pon el agua a hervir a fuego mediano. Agrega todos los ingredientes menos las fresas y el jarabe de arce. Hierve por 5 minutos y revuelve constantemente. Retira del fuego y deja reposar por 1-2 minutos. Sirve con las fresas y baña con el jarabe de arce.
Imagen vía Enriqueta Lemoine