¿Cuántas veces no te pasa que asas un pernil, un pavo o simplemente un pescado y al momento la casa huele divino porque todos tenemos hambre y estamos de fiesta, pero… al día siguiente el olor es insoportable y no hay vela ni velón que lo haga desaparecer? A mí me pasa a cada rato y especialmente ahora en invierno cuando casi no abrimos las ventanas.
La solución a este problema la encontré por casualidad. Como en invierno me conforta mucho comer avena en el desayuno, cuando hiervo el agua en la que cocino la avena con una ramita de canela y un poquito de extracto de vainilla, la cocina se me perfuma.
Así que un día se me ocurrió llevar este experimento a "gran escala" y créeme que es milagroso y te ahorrarás una fortuna en velas, o mejor dicho: guardarás tus velas para cuando la "velada" lo amerite, pero disfrutarás de un casa con el perfume de la vainilla y la canela, dos especias que relajan y además huelen divino.
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Para perfumar tu casa de esta manera, no tienes sino que poner un palito de canela y dos cucharadas de extracto de vainilla en una olla con dos litros de agua y lo cocinas a fuego lento hasta que el agua se consuma. Es todo, no tiene ciencia y me lo vas a agradecer.
Así que este fin de semana, cuando nos disponemos a sacar las malas vibras de nuestros hogares para recibir el 2013 con energía positiva, limpia tu casa y aromatízala con esta infusión. Tu marido y tu familia te lo van a agradecer.
Imagen vía Thinkstock