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Te pasas el día en la oficina, en el tráfico, cocinando, limpiando, corriendo de un lado a otro, llevando los niños al colegio y a las actividades extra escolares, haciendo la compra, recogiendo juguetes, lavando y doblando ropa, y no te queda un minuto de paz para compartir con tu pareja.
No te desesperes que no estás sola. Así estamos todas. Pero como no hay problema sin solución, aquí te traigo esta lista de cosas muy sencillas que puedes hacer para convertir tu habitación en un refugio para los dos, donde puedan aislarse del estrés de la vida cotidiana.
- Evita ruidos molestos. Para ello nada como una ventana con vidrios dobles, que mantiene tu habitación aislada del ruido de la calle. Si además puedes hacerte de un "ambiente musical" tranquilizante, mejor…
- Mantén una iluminación adecuada. Lo mejor es que la luz sea indirecta y proporcionada por bombillas de luz cálida, colocadas en lámparas con pantallas que garanticen una luz tenue y relajante. Como norma, siempre tengo velas en mi cuarto y evito la luz directa proveniente de las lámparas del techo.
- Ten cortinas que bloqueen la luz solar y garanticen la máxima oscuridad. Nada como poder dormir hasta tarde durante el fin de semana sin que un rayo de luz te moleste.
- Invita a entrar con un aroma agradable. En lo personal me encantan las velas aromáticas, pero también puedes recurrir a aceites esenciales. La idea que no más entres a tu habitación, te sientas como en un spa y no te provoque salir de ella.
- Mantén tu habitación limpia y ordenada. De nada servirán velas ni inciensos si tienes el cuarto lleno de trastos y con montones de ropa tirada aquí y allá. Recuerda que cuando más despejada la habitación, mejor para ti y para tu pareja.
- Asegúrate de que tu cama sea una invitación permanente a acostarte en ella. No hay nada como una cama bien tendida y con sábanas limpias. Si las sábanas son 100% algodón, mil veces mejor. Llevo años invirtiendo en las mejores sábanas que consigo en el mercado: de hasta 700 hilos. El tejido hace una gran diferencia.
- Mientras más grande la cama, mejor. Aquí sí te garantizo que el tamaño cuenta. Una cama grande es buena para la intimidad de la pareja, pero también para la independencia. Juntos pero no revueltos.
- Mantén a los niños alejados de tu cuarto. Sé que no es fácil. Todos pasamos por eso. Pero si los matrimonios supiéramos lo perjudicial que es para la pareja que los hijos pequeños cohabiten en la habitación matrimonial, no dejaríamos que nos tocaran la puerta.
- Nada de laptops ni de aparatos electrónicos en la alcoba. Sé que este es otro reto especialmente cuando no se tiene un estudio u oficina en la casa, y sobre todo porque con la tecnología los seres humanos dependemos cada vez más de estar "conectados". Mi recomendación es que te desconectes de la laptop, de los mensajes de texto, del teléfono móvil, de las tabletas e incluso de la televisión, y que te conectes con la persona que tienes al lado.
- Date una ducha antes de acostarte. Nada como irte a la cama fresca y relajada.
Imagen vía Thinkstock
