Ahórrate los dramas familiares durante las fiestas navideñas

La corredera, la cocinadera, los viajes, los gastos. Todo eso eso forma parte del estrés de las fiestas navideñas, pero nada se compara con las angustias que puede generar la posibilidad de peleas familiares, una madre criticona, una suegra pesada, el tío que se emborracha, la abuela que se duerme en la mesa, los niños que destrozan todo.

Los dramas familiares son las crisis más temidas en estos días, pero las dificultades con los parientes no tienen porque arruinarte la fiesta. Lo más importante para evitar que los problemas escalen y te afecten demasiado es aprender a controlarlos.

Aquí te damos unos truquitos para llevar las fiestas con la mayor paz posible:

Muérdete la lengua: Si hay un día en que tienes que pensar 80 veces antes de hablar es el de la reunión familiar. Lo peor que puede pasar durante la cena es una pelea.

Sal a tomar el aire: Si ves que estás perdiendo la paciencia, lo mejor es que te des una vueltita a la manzana, o que simplemente salgas a respirar. No vale la pena que pierdas los estribos o te sientas mal de tanto aguantar la tensión.

Cambia de ambiente: Si te estás quedando en casa del pariente que da la cena y lo estás pasando mal, quizá sea buena idea ir a un hotel. Si la gente está en tu casa declárate enferma y descansa un rato.

Practica tu cara de póker: Por lo general la gente que genera drama está buscando una reacción. Si pareces estarla pasando bien y ni te inmutas con las ridiculeces, el mal rato pasará más rápido.

Prepara una lista de temas: Si eres de las que te paraliza la indignación, lo mejor es que tengas ideas listas para cambiar el rumbo de la conversación si la cosa se pone fea. A menudo la gente que se porta mal reacciona como los niños. Es fácil distraerlos.

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