El amor por la boca entra, solía decir mi abuelita e inspirada en su abuela puertorriqueña, Tabatha Román está poniendo en práctica aquello de que nada mejor que los alimentos para transmitir nuestros valores, nuestra cultura latina y sobre todo no olvidarnos nunca de dónde venimos.
Las galletas de guayaba, los besitos de coco, las tortas borrachas con ron (ya tengo la boca hecha agua), los tres leches de coco salen a diario del horno de Tabatha, quien vive en Nueva York, donde todas estas ricuras se venden como pan caliente.
Y es que Tabatha convirtió en dulzura la amargura que le produjo quedarse sin empleo y, con la memoria impregnada de los aromas y sabores que salían de la cocina de su abuela en Los Sures, en su Puerto Rico natal, esta boricua hizo de la crisis una oportunidad.
Ahora no sólo Tabatha endulza los paladares de quienes le encargan los pasteles tropicales de guayaba, piña y mango, y los cupcakes jíbaros, a través de su página web ,sino que está echando mano de su creatividad caribeña y latina para enseñar y transmitir nuestra cultura.
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Y es que además de ser una pastelera insigne, Tabatha tiene dotes naturales para la pintura, lo que hace que sus postres sean obras arte en las que se aprecian las banderas de nuestros países y símbolos taínos. Precisamente así fue cómo surgió la idea de los cursos que, para niños, la boricua está dictando en el Centro Cultural Clemente Soto Velez del Lower East Side de Manhattan.
Petroglifos, símbolos taínos, imágenes alegóricas al día de los muertos, a la celebración de acción de gracias, las navidades y el día de reyes, serán temas de las clases en las que Tabatha enseñará a los niños no sólo como hacer galletas de mantequilla, sino quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Imagen vía www.boosbakes.com