Hace poco leí un artículo en la revista Time que me dejó muy preocupada. Se trataba de la típica casa estadounidense y cuán llena está de posesiones mayormente innecesarias. El artículo me mortificó porque, aunque sé que hay gente mucho peor que yo en cuanto a ser cachivachero se refiere, me hizo darme cuenta que yo ya no quiero ser una de ellas.
Pero hablemos claro, no es como que si entras en mi casa no puedes caminar debido a la cantidad de cosas que me gusta acumular. Mis cachivaches no son súper obvios, hasta que comienzas a abrir closet–y por suerte no tengo muchos–gabinetes y cajones, y empiezas a ver todo tipo de cosas que, muchas veces, ni siquiera yo sabía que tenía.
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Yo soy lo que muchos conocen como cachivachera–alguien que le gusta coleccionar todo tipo de objetos (supuestamente) innecesarios. Soy de las que guarda cosas como entradas de conciertos antiguos o revistas viejas que espero leer algún día. Mi marido siempre ha odiado esto de mí y, durante mucho tiempo, yo me trataba de hacer creer que sólo porque mis cosas eran basura para otras personas en realidad no quiere decir que eran basura para mí. Y luego, tuve hijos, y la situación empeoró.
Desde juguetes viejos hasta cada proyecto de arte que mis hijos han hecho en sus primeros años de vida, me he estado sintiendo como si me ahogara en basura. No me malinterpreten, no es como nunca tiro, vendo o dono nada, lo hago todo el tiempo, pero nunca lo he hecho de manera indiscriminada. Es decir, siempre se me ha difícil deshacerme de la mayoría de las cosas.
Después de leer el artículo de Time, sabía que había llegado el momento de hacer algo al respecto. Y así, comencé con la cuarto de juegos el lunes por la noche y fue lo mejor que pude hacer. Le dije a mi hija que necesitábamos espacio para los nuevos juguetes que seguramente va a recibir hoy en su cumpleaños, y juntas empezaron a llenar bolsas de basura y de donación. Debo decir que me fui a dormir muy alegre el lunes por la noche.
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El siguiente paso es los dormitorios de los niños. No veo las horas de empezar. Mi plan es por cada habitación en mi casa–incluyendo el garaje–y deshacerse de todos mis cachivaches … ¡Deséenme suerte!
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Imagen vía karindalziel/flickr
