Me encantan las flores, me fascina la forma en que alegran mi casa y mi vida. Sin embargo, comprar ramos de flores , sobre todo los caros, me parece una perdida de dinero y un ataque al medio ambiente. Por eso, los tres hombres de mi familia están entrenados para regalarme plantas floreadas en los días especiales, como este Día de la Madre.
Lo que más me gusta de las plantas es que son un regalo que perdura, claro siempre y cuando sean fáciles de cuidar – sobre todo si no tienes dotes de jardinera- y sean adecuadas para el clima en que vivimos. Por eso, te voy a contar cuáles son las matas que me han regalado y siguen vivas después de por lo menos un año.
Mini rosales. Como todos los rosales, estos minis –que venden a menudo hasta en los supermercados – requieren de poco cuidado. Sólo riégalos cuando la tierra a su alrededor se sienta seca. Después de probar por una o dos semanas, te vas a dar cuenta del ritmo que requiere el tuyo. Lo más importante es que si está adentro lo pongas en un sitio donde le de luz indirecta. Es decir, que no le de el sol de frente, sobretodo en el verano. Cuando se le caigan las flores poda la rama por la mitad.
Orquídeas. No hay flor más elegante y aunque tienen fama de difíciles no lo son. Dos puntos importantes a la hora de cuidar una orquídea. Encuentra el sitio donde quieres poner la maceta y déjala allí. Siempre adentro. A estas plantas no les gusta que las estén cambiando de lugar a cada rato. Para regarlas, te doy un truco. Una vez a la semana, coloca un cubo de hielo en la tierra, sin que toque la raíz o las hojas y deja que se derrita allí solo.
Calas. La planta de las calas me gusta con o sin flores. Son muy duraderas y a veces me parece que casi hablan. Se adaptan a todo tipo de luz y a todo tipo de maceta. Riégalas cada cuatro o cinco días, pero no te preocupes si se te olvida. Ella te avisa. Se le ponen las hojas mustias, como tristes. Si las ves caídas échales el triple de agua de lo normal. Vas a ver como al día siguiente resucita. Pueden vivir afuera una vez que la temperatura calienta al final de la primavera, pero mete la maceta en la casa al final del otoño.
Hortensias. Estas flores vienen en muchos colores, pero los más comunes en las plantas de casa son el blanco y el morado pálido. Estas son plantas que sobreviven los inviernos así que las puedes dejar afuera todo el año. Cuando comienza el clima frío se le caen hasta las hojas, así que pódalas y déjale los palitos a unos 30 cm o 10 pulgadas de altura. No dejes que les de el sol directamente en el verano, porque se te van a quemar. El color de las flores depende de los químicos que haya en la tierra. En los viveros y tiendas donde venden productos de jardín hay compuestos especiales.
Imagen vía Luiz Gustavo Leme/Flickr