Un lugar para vacacionar que hará a tus hijos sentirse orgullosos de su herencia hispana

Cuando vivíamos en las afueras de la Ciudad de Nueva York era difícil para mis hijos convencerse de que ser latinos era una buena cosa. Sí, en mi casa se habla español y nos alimentamos con los platos típicos de nuestros países, pero de la puerta para afuera sólo querían hablar en inglés y se negaban a comer cualquier cosa que no fuera hamburguesas y nuggets de pollo empanizado.

Mi esposo y yo nos estábamos desesperando, hasta que se nos ocurrió la idea de llevarlos a Saint Augustine, una ciudad costera en el centro de Florida, en la que los aportes de la hispanidad son celebrados todos los días.

Allí mis niños aprendieron que los primeros europeos que llegaron a las tierras que son hoy Estados Unidos eran españoles, al igual que en América Latina. Que tener apellidos en español significa que eres descendientes de los fundadores de una gran cultura y que ni los franceses, ni los ingleses pudieron con la gallardía hispana, a pensar de los múltiples ataques que lanzaron contra el morro de Saint Augustine, originalmente San Agustín.

Mi hijo mayor quedó con la boca abierta, cuando el voluntario disfrazado de comandante de las fuerzas que disparan cañones, al estilo del siglo XV, en el castillo amurallado le dijo "aunque nadie te lo enseñe en la escuela, Estados Unidos nació hablando español. Mucho antes de que los peregrinos tuvieran el Día de Acción de Gracias en Massachusetts, ya había hispanos creando ciudades. Nunca te olvides de eso". Creo que sus palabras tuvieron una fuerza especial porque el señor era un médico judío retirado, muy rubio.

San Augustine es una ciudad espectacular, como una versión mini de los centros de nuestras ciudades coloniales en Latinoamérica, pero cuidada hasta el último detalle. Allí también se puede ver la escuela con paredes de madera más antigua del país, pasear por la cárcel y una tienda como las de antes y hasta ver la famosa fuente de la eterna juventud que supuestamente descubrió Ponce de León. Si te interesa lo paranormal, hasta hay un tour de fantasmas. Divertido para niños mayores de 8 años, aunque el mío de cinco se divirtió como loco.

Sé que hay varias ciudades en Estados Unidos dónde celebran su historia hispana, como El Paso y San Antonio, en Texas, y San Diego, en California. Debe haber algunas más, cuéntame si las conoces. Sin duda vale la pena llevar a los muchachos. Les da un contexto sobre lo que realmente es ser latino en un país dónde lo único que vemos son ataques a los inmigrantes. A mis hijos les enseñó que realmente su cultura es también estadounidense, estadounidense desde el primer día. Y a partir de ahí, ¡se acabó el problema con el español!

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Imagen vía Samantha Decker/flickr