Cuando llegaba el momento de enseñarme sobre la comida latina, algunas veces mi mamá era un poquito dominante y por esa actitud terminaba haciendo que me apartara de muchas de las comidas que ahora son mis favoritas. Para serte honesta, no es la cosa más fácil del mundo el iniciar a tus niños en la maravillosa comida de nuestra cultura. Los paladares de los niños son diferentes. Aún la comida levemente picante puede ser demasiado picante para los pequeños, mientras otro tipo de comida puede resultarles simplemente ¡huácala! Y sí, dije 'huácala'—porque esa es exactamente la palabra que tus niños usarán cuando les pones algo en frente que no les luce apetecible! Pero afortunadamente EXISTEN algunas cosas que puedes hacer para iniciar a tus niños en la comida latina sin ponerlos apáticos a ella. He aquí cómo.
1. En el restaurante: Lleva a tus niños a un restaurante Latino y juntos lean el menú, cuidadosamente. Permíteles hacer preguntas y explícales qué significa cada plato y qué ingredientes pueden tener. Hasta puedes hablar con el mesero y preguntarle qué ellos recomiendan. No te permitas caer en la trampa de ordenar la comida especial para niños (kid's meal). En vez de eso, ofréceles compartir tu plato con ellos o pedir varios platos para toda la familia y deja a los niños probar cada uno. Comparte la experiencia y mantente hablando con ellos sobre porqué les gusta algo en este plato y porqué no les gusta otra cosa en el otro. Continua con la misma conversación cuando vayan de regreso a casa para continuar haciéndolos sentir cómodos con esta comida.
2. En el supermercado: Ve al departmento de verduras y vegetales de tu supermercado local y, con la ayuda de tus niños, recoge algunas fruitas y vegetales para disfrutar con la familia. Mientras empiezas a escoger los alimentos, explícales cuáles ya ellos han comido en casa y cuáles son algunos de los que todavía no han probado aún. Permíteles tocar los alimentos y a tener una idea de como se sienten al tacto. Menciónales cómo puden ser (o han sido) preparados. Pídeles que escojan los 3 alimentos que luzcan mejor y cómpralos y tráelos a casa para experimentar. Tus hijos tendrán mucha más confianza en probar un alimento o ingrediente si realmente ayudaron a tomar la decisión de escogerlo.
3. En la mesa de cenar: Bueno, realmente, ANTES de sentarte a la mesa de cenar —aquí es donde tus habilidades de enseñanza realmente te serán útiles. No sé
cómo aprendiste a hacer las deliciosas recetas que ahora les cocinas a tu familia, pero yo las aprendí de mi mamá y de mi abuela. Asegúrate que, la próxima vez que estés preparando una comida para toda la familia, que tengas a tus niños allí en la cocina ayudándote. Permíteles probar la comida mientras la estás cocinando, déjalos ayudarte a mezclar algo o hasta poner los platos en la mesa. Ellos desarrollarán un orgullo propio por un producto terminado. Tú puedes ayudarlos a acostumbrarse a la comida o hasta darles sugerencias sobre cuáles especias y condimentos utilizar, todo esto mientras les enseñas todo sobre la comida latina de tu país. De esta forma ellos definitivamente no podrán resistirse a probar un plato que fue creado por sus propias manos.
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Image via ThreeIfbyBike/flickr