Mejora el look de tu casa con un cojín hecho por ti

Nunca fui muy hábil con la máquina de coser, pero sueño con hacerme mis propios vestidos. Cuando una amiga me sugirió que probara primero con un almohadón (ya que es una de las manualidades más fáciles para hacer en casa), comencé a buscar instrucciones por varios lados.

Lo que encontré en Jezebel.com fue mejor todavía. La guía, que muestra paso por paso cómo hacer tus propias fundas de almohadones (y renovar tu casa al mismo tiempo), es fácil de navegar. Ya estoy planeando hacer mi primera tanda, seguramente en un color rojo brillante que combine con la decoración del living. Lo bueno de este proyecto es que es tan fácil, ¡que seguro terminarás haciendo fundas diferentes para cada estación! Entonces, ¿qué estamos esperando?

Proyecto cortesía de JezebelHow to Ditch Your Boring Pillows for Something Cooler

Materiales: Tela de tapizado o tela pesada con suficiente metraje para cubrir los almohadones. Ten en cuenta la superficie total de cada almohadón, del frente y del revés. Ten en cuenta el ancho de tu tela. Estima la superficie total a cubrir y compra el largo necesario en yardas o metros. Es mejor comprar de más—y si estarás haciendo tu propio ribete (y esta guía te dirá cómo) precisarás, básicamente, duplicar el metraje. Una plancha sobre la cual cortar, regla y un cortante en ruedita. (Puedes usar una tijera, pero con tantas mediciones y cortes largos y rectos, tu muñeca te lo va a agradecer.)
Hilos varios.
Alfileres y agujas.
Una máquina de coser, una plancha, una tabla de planchar, varios metros de ribete (el cordón listo para usar) para cubrir el perímetro total del almohadón (o los almohadones).

Instrucciones: (podrás ver todas las fotos en Jezebel.com)
1. Primero cortaremos la tela del frente del almohadón. Quita la funda del almohadón, si es que la tiene, y mide el interior del almohadón (sólo con el relleno). Despliega tu tela en una superficie plana, y pon el almohadón arriba. Mídelo. Casi todos los almohadones son cuadrados, pero algunos son un tanto rectangulares. Fíjate que si estás trabajando con una tela estampada, como yo, querrás centrar los elementos más importantes en en el frente del almohadón. Mueve un poco el amohadón hasta centrarlos y toma nota de las medidas usando la regla. Luego, deja el almohadón de lado y prepárate para cortar.

2. Corta un cuadrado (o un rectángulo sutíl, o lo que sea) apenas más largo que el almohadón. No olvides tomar en cuenta los espacios para los dobladillos.

3. Aquí tenemos dos frentes para las fundas de los almohadones. ¿Ves cómo mi estampado está bien centrado? Esta tela alterna cuadrados blancos y cuadrados negros; sé que está bien centrada porque en cada rincón del frente hay un cuadrado negro. ¿Lo ves? Ahora, corta una tira larga tan alta como la funda del almohadón más el espacio para el dobladillo. Córtalo de orillo a orillo. De esa tira, cortaremos los dos pedazos que juntos formarán el revés del almohadón.

4. Te estoy mostrando cómo hacer un revés con solapa porque creo que es la forma más fácil de hacer una funda de almohadón. Además, odio aplicar cierres. Un vestido precisa cierre—un almohadón, no. (Si prefieres aplicarle un cierre, no tienes más que modificar el molde y hacerlo.) Corta dos pedazos para cada revés de la funda, asegurándote de que se solapen por lo menos 3". Deberás terminar con lo siguiente, de izquierda a derecha: frente del almohadón, revés 1 y revés 2.

5. Si has traído ribete de la casa de telas, lo bien que has hecho. Pero si quieres intentar hacerlo tú, debes saber que no es dificil. Todo lo que debes hacer es encontrar el biés en el sobrante de tela y cortar tiras largas al biés (oblicuas al hilado). Encontrar el biés no es difícil, especialmente porque estuvimos haciendo sólo cortes largos, derechos y siguiendo el hilado de la tela. Simplemente, dobla tu último corte a lo ancho hasta encontrar el orillo. Dobla la tela como si fuera una servilleta gigante. Obtendrás un rectángulo de 45grados. Usa la tijera para cortar just por el vértice del dobléz. Luego utiliza tu regla, cortante y planta para cortar para hacer un segundo corte a través de las dos capas de tela cortando tiras de 2 pulgadas de ancho sobre el lado recién cortado con tijera. ¡Listo! Tienes cintas al viés de 2 pulgadas. Esa es la parte difícil; el resto es fácil.

6. Calienta la plancha y plancha las cintas biés doblándolas al medio, a lo largo, como se muestra aquí.

7. De hecho, este es un buen momento para planchar todas las piezas. Con un poco de vapor, suponiendo que tu tela lo aguante, el planchado ayudará a aplacar cualquier distorsión en la veta que a veces se forma cuando la tela está en el rollo.

8. En el revés de almohadón 1 y revés de almohadón 2, dobla y plancha los dobladillos internos una y otra vez, como se muestra.

9. Cose los dobladillos que acabas de planchar en las dos telas del revés, revés 1 y revés 2.

10. En el revés 1—el corte que tendrá el dobladillo visible—es mejor que utilices una puntada sutil. Para el revés 2—cuyo dobladillo quedará escondido bajo la solapa—una puntada normal quedará bien.

11. Este es el lado exterior del borde del revés 1. La puntada de de mi máquina quedó prácticamente invisible. Por fin.

12. Monta las dos telas (revés 1 y revés 2), solapando los bordes con los dobladillos, y ajústalas con alfileres. Durante el resto del proyecto, estas telas serán una sola pieza. Las piezas de la funda serán, de ahora en más, frente y revés. Ahora, terminemos ese ribete. Cose la cinta biés, aproximadamente a ½ pulgada del dobléz planchado.

13. Varias veces al coser en casa te verás en la necesidad de insertar algo largo y no muy rígido por un canal de tela. Por ejemplo cuando debes hacer correr un elástico por la cintura o un cordón a lo largo de una capucha. En esta coyuntura, haremos correr el ribete por el canal de la cinta biés. Esto puede ser un gran desafío, pero hay varios atajos. Te voy a mostrar mi método favorito. Primero, toma una aguja de bordar grande, sin punta afilada. Cuanto más despuntada, mejor. Toma un trozo de lana o hilo grueso, y enhébralo en la aguja. Átale un nudo. Empuja la aguja de bordar a través del grueso ribete un par de veces, en una de las puntas. (De ser necesario, refuerza la punta del ribete envolviéndola con cinta adhesiva.)

14. Cuando la aguja con el hilo o lana mantenga el ribete bien asegurado, procede a empujar la punta sin filo a través del canal del biés. La cinta biés se patinará cuando vaya pasando la aguja, ya que la punta sin filo no morderá la tela. Sigue empujando hasta llegar con la aguja al final de canal, y hazla salir. El ribete la seguirá. Acabas de convertir tu cinta biés en un ribete.

15. Luego, sujeta el ribete al frente del almohadón usando alfileres, tal como se muestra. (Aquí es donde retomas el tutorial si es que habías comprado ribete prefabricado—oh, mujer lista.) Sujeta el ribete a lo largo del perímetro del lado exterior de la tela. Hilvana el ribete al frente del almohadón. Intenta que las puntadas del hilván queden lo más cerca posible de la línea de puntadas en el ribete mismo.

16. Hay varias formas de resolver la junta del ribete. La más sencilla es simplemente solapando las puntas del ribete, como se muestra.

17. Luego, sujeta con alfileres el frente y el revés del almohadón, con los lados de afuera enfrentados. Trabajando con el frente del almohadón mirando "hacia arriba", cose a lo largo de todo el borde del almohadón, siguiendo la línea del hilván que acabas de hacer.

18. Recorta las esquinas.

19. Dá vuelta la funda de adentro hacia afuera. ¡Y listo! Tu almohadón tiene una nueva funda removible, lavable y durable. El último paso es colocar el almohadón en el sofá y disfrutarlo.

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¿Alguna vez hiciste un almohadón o estás pensando hacer uno?