A mi hijo Diego, que tiene 2 años, le encanta el picante. Es una cosa increíble, yo creo que lo trae en la sangre.
A Juliana que tiene 6, en cambio, no le hace mucha gracia comer cosas que piquen, pero Diego de verdad me tiene muy impresionada.
Mi esposo y yo somos unos fanáticos de las salsas, el chile piquín y cualquier tipo de chamoy y Diego salió idéntico. Ahora cada vez que le digo que si quiere manzana de “snack” me dice,
– “Sí, pero con chile”
Me señala hacia la alacena donde guardamos el Tajín y me dice siempre que por favor le ponga más.
La mitad de las manzanas me las acabo comiendo yo y, obviamente ambos nos enchilamos un poco, pero Diego pasa de decir que le “pica mucho” a decirme “pero pica rico”
Mi mamá se ataca cuando ve a su nieto comiéndose las cosas con chile y me dice que lo voy a volver adicto al picante, a lo que yo le respondo, que si lo vamos a llamar “adicción” me parece una que es bastante sana.
Además, somos mexicanos y aunque haya gente que diga que el picante arruina el sabor de las comidas, en esta casa, claramente, pensamos todo lo contrario.
¿Te gusta el picante o piensas que arruina el sabor de las comidas?