De más está decir que el que juega con cirugías puede acabar quemándose. Si no, que se lo digan a Alejandra Guzmán, que ha sufrido un verdadero calvario tras una fallida cirugía estética.
Lo que no suele ser tan habitual (aunque ocurre) es el caso de que una cirugía no sólo no quede como el paciente esperaba, si no quE le deje un destrozo físico prácticamente irreparable.
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Es lo que le ocurrió a esta chica tailandesa, Sahar Tabar, que pasó por el bisturí para intentar hacerse un lifting de párpados, pero acabó con un tremendo agujero entre las cejas debido a un implante extra que se puso en la nariz.
La chica mostró las fotos del destrozo en su cuenta de Facebook, asegurando que de momento no tiene pensado inerponer denuncia alguna y que sólo quiere recuperarse rápidamente.
Una cirugía rutinaria dejó este agujero en la cara de Sahar Tabar.
La joven tailandesa no podía creerse el tremendo destrozo que una cirugía que debía ser hasta cierto punto rutinaria le acabó creando en su rostro.
El implante de silicona en su nariz era completamente visible.
El agujero entre sus cejas era tan grande, que el implante de silicona que le colocaron era completamente visible.
Su situación era tan desesperante que pidió que le quitaran el implante.
La pobre joven no daba crédito y ante tal situación pidió al médico que la operó que le quitara el implante de inmediato.
Este fue el trozo de silicona que le dejó el agujero en la cara.
El implante de la discordia salió de su cuerpo, pero el agujero continúa. Aunque de momento Sahar ha decidido no interponer denuncia, su situación podría acarrear serias consecuencias para el médico que la operó.