Mariah Carey es toda una diva y tiene una voz espectacular, pero a veces comete tales meteduras de patas con la elección de su vestuario que cuesta creer que sea una estrella de fama internacional. No te pierdas esta galería con algunos de sus looks menos afortunados.
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Imagen vía Splash
De la minifalda a este corte hay un trecho.
Sí, es Mariah Carey.
Mariah horneando pizza es todo un acontecimiento.
¿Pero qué ven mis ojos? Mamma mia!!!
En ocasiones aparece en público con estas prendas difíciles de describir.
No es la primera vez y seguramente no será la última que se pone un body como este que no tiene desperdicio.
Con estas pintas se presentó a una premiere en Los Ángeles.
A veces no me queda claro si lo hace por llamar la atención o porque realmente le gusta improvisar.
El viento y la lluvia del invierno no deberían ser sinónimo de mal gusto.
Así llegaba a un concierto de Navidad solo unos días antes de dar otro espectáculo en su actuación de New Year's Eve en Times Square.
Embutida en cuero para ver al secretario general de Naciones Unidas.
Mariah Carey ama el cuero y a veces le sienta de maravilla, pero ¿es el atuendo más apropiado para un acto en el que participaba el secretario general de la ONU?
Supongo que no irá siempre así al gimnasio.
La diva puede que se sienta muy diva, pero no siempre tiene claro el límite entre lo llamativo y lo vulgar.
Otro ejemplo de por qué siempre hay que fijarse en la talla de las prendas.
El ángulo de la foto no favorece y el hombre que aparece en la imagen no ayuda, pero realmente necesitaba dos o tres tallas más. ¿No crees?.
También se atreve a convertirse en una Mamá Noel y no hay por donde mirarla.
Fue en diciembre en Nueva York y solo se salva porque ese día encendió las luces del Empire State para dar la bienvenida a la temporada navideña.
De tigresa y muy fiel a ese estilo tan particular suyo.
El escotazo que no falte y los zapatos de plataforma tampoco, pero por favor, Mariah, deja de una vez esas medias.
Si quería pasar desapercibida desde luego que no lo consiguió.
A Mariah Carey le encanta presumir sus curvas, pero a veces los escotazos no funcionan.
Solo ella puede aparece así en Mykonos y recibir montones de aplausos.
Sin palabras. Nada más que añadir.
En esta ocasión había que presumir anillo de compromiso y vaya si lo lució.
La joyita de 10 millones de dólares queda opacada con tremendo look.
No tiene reparos en ponerse sus escotazos aunque sea para salir de compras al supermercado.
El caso es que siempre habrá algún fan entregado que le obsequie un ramo de flores.
Otro look de motivos navideños que preferimos olvidar.
La cantante neoyorquina debería dejarse asesorar y no aparecer de esta guisa en público.
De cenita en West Hollywood con su última conquista, ¿really?
Desde el pantalón rasgado hasta el color de la chaqueta, realmente ni cuenta te das de las benditas medias.
Su elección de abrigos tampoco siempre es la más acertada.
Ni con 20 grados bajo cero debería ponerse un abrigo así.
El cuero y los brillos no funcionan y hasta ella debería entenderlo.
Pero quién se atreve a llevarle la contraria.
El siempre estiloso black and white no siempre sienta tan bien.
Otra desafortunada elección para salir a cenar en Los Ángeles.
A veces lo único que se salva son sus gafas.
Pero se las pone tantas veces que ya cansa.
Cuando se marcha a esquiar incluye conjuntitos que no tienen desperdicio.
En Aspen, Colorado, donde la gente va siempre a presumir palmito. Pero es que Mariah es así.
Porque para viajar hay que siempre estar cómoda.
La cantante prueba con este look que el buen gusto al vestir no siempre viaja en jet privado.
