Kim Kardashian no deja de causar conmoción con la elección de sus looks, y es que la socialité sabe la manera de atraer los reflectores y que su estilo sea comentado aunque no siempre sea por sus acertadas elecciones. La millonaria estrella de la telerrealidad ha evolucionado al vestir, aunque eso no signifique que sea una referencia de estilo y refinamiento. Recientemente, para asistir a la Semana de la Moda de París, se enfundió en un traje que parecía inspirado nada más y nada menos que en La Tigresa del Oriente… OMG!
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La estrella de telerealidad estadounidense se ha aventurado a llevar un atuendo de uno de sus ídolos en cuando a la moda se refiere, Cher, que para nada la favoreció. Su traje con puros billetes resultó un derroche de vanidad, y ni qué decir de su atuendo que parecía un disfraz durante su viaje a Japón. Los escotes la han dejado en ocasiones mal parada, y también ha paseado en un look tipo pijama por Nueva York.
La protagonista de Keeping Up with the Kardashians comete excesos fashionistas con sus vestidos de transparencias y sin sostén, que dejan poco a la imaginación. También lució un atuendo gótico que horrorizó. Su álbum de looks espantosos es tan extenso, como los escándalos de su célebre familia. ¡Tienes que verlo de principio a fin!
Galería realizada en contribución con el equipo de MamásLatinas.
Imágenes vía Splash (2); Getty Images
Kim Kardashian fue comparada con La Tigresa del Oriente por su look.
La estrella de la telerrealidad tiene a sus pies a los mejores diseñadores del mundo pero sus elecciones no siempre son aplaudidas. Kim se vistió de Azzedine Alaïa para acudir a la semana de la moda de París, pero su atuendo recordó a la mismísima cantante peruana la polémica Tigresa del Oriente. ¡Argggg!
¿Quién se atreve a ponerse este modelito por las calles de París?
KK se superó a si misma con este otro estilo bien felino de la colección vintage 1991 de Azzedine Alaïa. Se trata de un unileotardo transparente en color negro cubierto de terciopelo para emular las manchas felinas y cubrir las partes íntimas. Originalmente fue Naomi Campbell la que lució este singular traje que hoy Kim vuelve a revivir para desaprobación de muchos.
Kim parecía una muñeca del futuro.
La esposa de Kanye West sorprendió a más de uno con su look futurista que consistía en un entalladísimo minivestido tipo corset de Thierry Mugler con el que visitó el Musée des beaux-arts de Montréal que rendía tributo al diseñador francés. Además de llamar la atención con su outfit, Kim sorprendió por el peinado que eligió. Difícil llevar ese look en la vida real sin verse rídicula.
La célebre Kim escandalizó las redes mostrando pechos con este vestido.
Por muy espectacular que sea su figura de maniquí, el exhibicionismo tiene sus límites. Aunque Kim K hizo su mejor apuesta en el icónico diseñador Thierry Mugler, su potente escote no gustó a la mayor parte de la crítica especializada y tampoco a sus fans. ¡Da la impresión de que los pechos se le iban a salir!
Su vestido de transparencias fue un giño a la vulgaridad.
Salir a la calle con un vestido que lo muestra prácticamente todo es una tendencia escandalosa de Kim kardashian, o un método de llamar la atención muy particular, especialmente cuando se anda sin brasier.
Llevó un look gótico digno de serie de televisión.
No sabemos de dónde tomaría Kim la idea de vestirse como un personaje de serie de terror, en un look dark súper espantoso.
Un escote pronunciado que le hizo pasar incomodidad.
La famosa Kardashian se presentó al musical de Cher en Broadway con un vestido destapado en la espalda…tanto, que mostró de más a su paso por la alfombra. ¡Gran fallo de vestuario!
Un outfit de puros dólares pareció una terrible idea.
Para nadie es un secreto que kim Kardashian es multimillonaria, pero de ahí a salir vestida de pies a cabeza forrada de billetes simulando el dolar, nos parece un acto vanidoso. ¡Totalmente fuera de lugar!
Kim desentonó con el glamour en mini shorts y escote.
Su gusto por mostrar mucha piel la ha llevado demasiado lejos, como este evento de verano en Los Ángeles donde no luce acorde para la ocasión. ¡No importa cuánto haya pagado por su vestimenta!
Imitando a Cher pareció más bien su propia versión de una princesa de Disney.
¿Quién habrá convencido a Kim de vestir el atuendo amarillo de adornos brillantes de Cher, en un recorrido por Hollywood? ¡Realmente horroroso!
Las prendas tan ajustadas desmejoran su exótica anatomía.
Este atuendo para la mañana no tiene salvación. Fue una desatinada elección para la acaudalada esposa de Kanye West, que no luce bien con ropa súper ajustada, y unas maxi botas que se sobreponen al resto del look desteñido.
Una apuesta futurista que significó un tropiezo a la vista.
Una mujer que puede vestir lo que se le antoje, no convenció con este feo conjunto de licra y maxi botas, tan gris como el resto de su look.
Parecía que llevaba un disfraz en su visita a Japón en febrero de 2018.
Sin duda, Kim no pasaría desapercibida en el aeropuerto internacional de Haneda, con su alocada combinación informal y cabello teñido de rosado. Quizás lo hizo para despistar a los fans, pero su mal gusto la puso en evidencia.
Su traje largo en tono blanco no le prestó demasiado.
Parece que en lugar de desfilarlo, kim debía estar pendiente del piso para no tropezar y terminar estropeando su vestido antes de arribar a un evento en Nueva York.
Una cosa es pretender lucir sexy y otra vulgarmente exagerada.
Cuando Kim quiso salir a caminar por la Gran Manzana, sus pantalones en mallas de transparencias negras le jugaron una mala pasada, superando los límites del buen gusto al dejar al descubierto su ropa interior. El diminuto top tampoco le favoreció mucho que se diga.
Una blanca nieves moderna con este recargado diseño.
Ni porque sea un traje de Givenchy, Kim acertó en la tercera edición de los Fashion Awards desde Los Ángeles. No sé que es peor, si la falda simulando copitos de nieve que se sobrepone a su body, o la parte superior del vestido con bordados a diestra y siniestra.
Un atuendo que luce curiosamente desigual.
Seguramente su atuendo fue creado con toda la intención de lucir originalidad en cuanto a las diferencias, pero Kim, sinceramente no te va.
Salir presumiendo las lolas es una práctica que a Kim parece encantarle.
Llamar la atención con esta camiseta en conjunto con sus shorts camuflados pareció ser la meta cumplida. Y aunque tiene unos pechos de envidia, no es necesario que obvie el brasier en un día de compras por Nueva York.
Su manera de desafiar la gravedad no deja de sorprendernos.
Su pecho pendió de un hilo casi literalmente, durante una cena en un restaurante de Nueva York, en la que optó por llevar brasier debajo del blazer. Si Kim llegase a mostrar de más, ¿De quién crees que sería la culpa?
Kim optó por este look que me dejó horrorizada.
Menos es más, también cuando se trata de las aperturas de su vestido. Parece más bien que se hubiese peleado con una tijera.
Su estrafalaria ocurrencia es este corsé deportivo.
Se puede ir al gimnasio con glamour, pero sin pasarse el extremo del ridículo, como le sucedió a la socialité, quien lució muy recargada.
Cuando se vistió de hombre de las nieves.
¿Es el yeti y estamos en el Himalaya? No, es Kim Kardashian y estamos en Las Vegas. ¡Aunque cueste creerlo!
Nos topamos en la alfombra con una Kim Kardashian que pincha.
Aunque el punk es siempre una moda que va y viene, este vestido con transparencias, tachuelas, pinchos y crestas no le queda bien a Kim.
Este vestido con ramo de flores bordado nos inquieta.
Fue para una despedida de soltera, pero no quiso esperar a que el ramo fuera lanzado y cayera entre sus brazos. Kim se anticipó…
Kim a veces va más desnuda que vestida.
Y aunque si hay un sitio en el que tiene sentido hacerlo es en Miami, aquí se le fue la mano. ¿Qué diferencia hay con que salga en vestido de baño?
Una cosa es la moda arquitectónica y otra cosa es ir vestida de iglesia gótica.
Aunque Kanye West se crea Dios, Kim no tiene que ir vestida de iglesia necesariamente. Este pasará a la historia como uno de sus peores looks.
El enterizo nude no es una buena idea con el abrigo de pieles.
Parece casi una muñeca inflable realista con ese enterizo tan comprimido, lo que sumado al visón es todavía peor y ese calzado blanco…
Dicen que en Nueva York uno puede salir en pijama y no pasa nada.
Y Kim Kardashian se lo tomó muy a pecho. Pijama, bata y pantuflas para ser exactos. ¡Buenos días, Nueva York!
Kim Kardashian en su versión india americana no acaba de convencer.
No nos imaginamos a Kim bailando con lobos, y muchos menos encendiendo el fuego en el bosque en medio de la noche. Una excentricidad nada exquisita para la diosa del clan Kardashian.
Las polillas del armario de Kim son fans del rosa.
O ese es el efecto que causa este conjunto bien agujereado por todos los ángulos, que lejos de hacerle presumir su fortuna la hace lucir andrajosa.
Kim Kardashian lució totalmente enmallada en esta ocasión.
Una cosa es que seas fan de las medias de rejilla, pero otra cosa es que te enmalles el cuerpo de pies a cabeza. ¿De dónde habrá sacado semejante ocurrencia?
Pantalones deportivos y picardías simultáneamente no funcionan.
Por muy Givenchy que sea el diseño y por muy Kim Kardashian que lo lleve, no hay manera que nos convenza esta combinación bastante desatinada.
Kim rubia simula estar encerrada en una jaula.
¡Que alguien deje en libertad a este bello pájaro! La preferimos en otra vestimenta más fashion y a su nivel, que en este encierro dentro de la tela negra.
Blac Chyna se fija en este tipo de looks cuando la quiere imitar.
Con ese rubio platino, ese abrigo tipo Cruella De Vil y esa gorra de pandillera, Kim solo puede describirse como un auténtico cuadro. Su excuñada ya podría fijarse en otros looks más sofisticados.
La Kim más galáctica se fue de órbita.
Aunque nos encantan las botas y a su hija North West le quedaban muy lindas, tanto efecto metálico nos da ganas de dejar a Kim en el cubo del reciclaje.
Cuando se vistió de avestruz futurista asustó.
Kim Kardashian cada vez que va a París dobla sus esfuerzos por llamar la atención y en esta oportunidad lo consiguió de la peor manera: pieles rosas por arriba, pantalones metálicos por abajo y pelo platino. ¡Ni hablar!
No es oro todo lo que reluce.
Y aunque Kim valga su peso en oro, este vestido demasiado dorado le restó valor. Es súper exagerado con todo ese cargamento de adornos que en nada le favorecen.
Kim Kardashian no debería hacer el servicio militar.
Perdería muchos seguidores en Instagram, y además poco inspira esa licra ajustada al cuerpo de la estrella de Keeping Up with the Kardashians.
Demasiados cortes en este vestido color salmón.
Entre el cut-out y los flecos parece que en vez de coserlo, lo han pasado por la trituradora. Demasiada invención para querer ser copiada en este look desastroso.
Falda transparente con un corpiño rígido es igual a muy mal gusto.
Quizá con otra complexión, este vestido tenía sentido. Pero Kim, por muy fans que seamos de su trasero, aquí perdió la perspectiva.
Con este vestido parece que se quedó pegada en chicle.
Demasiados brillos y difícil de masticar, este minivestido rosa que es tan llamativo como poco glamoroso para una Kardashian.
Maxiescote y minishort son dos de sus cosas favoritas.
Pero en esta ocasión no funciona en absoluto. Las botas de media caña tampoco ayudan.
Quedó atrapada en las redes de un pescador.
Kim Kardashian puede producir cantos de sirena, pero cuando salió del agua toda enredada, perdió parte de su poder de fascinación.
Sus orígenes armenios están demasiado presentes en este look.
Este look es demasiado recargado y no nos imaginamos cómo pudo montarse en el coche con él.
En Cannes bajándose del yate no derrochó mucho glamour.
Cannes es la meca del glamour intelectual y Kim Kardashian llegó en un yate plagada de vulgaridad con ese modelo bondage en blanco.
Con este arlequín rojo parece que sus curvas son un holograma.
Aunque debemos a Kim que las curvas se hayan normalizado en el canon de belleza contemporáneo, este efecto distorsionador de los rombos sobre las suyas nos inquietan.
Cuando se vistió de sofá en la Met Gala de 2013.
Cuando oyó que el punk era el motivo, decidió robarse el estampado del sofá de la casa de su abuela armenia y cubrir así su embarazo. ¡Lo que fue embarazoso fue su look!
La apoteosis del chantilly en pleno embarazo es un poco demasiado.
Aunque sus embarazos han sido, por lo general, bastante discretos, nos mató con este look y, sobre todo, con ese gesto.
En otra de las galas del Met se pasó con la cola.
Hasta los pies más o menos todo iba bien, hasta que llegando al museo Metropolitano de Nueva York debió acabar con todos los cisnes de Central Park.